El Sevilla pone al Atlético ‘a mano’ de sus perseguidores

El final de temporada se le está haciendo muy largo al
Atlético de Madrid
. No es una cuestión de un partido en sí, es una cuestión de tendencias. Una tendencia que debe preocupar al equipo rojiblanco y sus aficionados. Mientras las de los rivales por el título de LaLiga es al alza, la del equipo colchonero a duras penas resiste la caída. Cada partido es un parto. Qué digo, cada partido es un ejercicio que empequeñece el esfuerzo para desencallar el Ever Given del Canal de Sue
z.

Entre sus propios nervios, su pérdida de confianza y de juego -lejísimos de aquel Atlético de la primera parte de la campaña que creía en sí mismo y parecía imparable-, y las mil vicisitudes que le han venido sucediendo en los últimos meses (sanciones, lesiones, multitud de casos de Covid…), el Atlético se ha ido desangrando paulatinamente. De aquella ventaja de dos cifras respecto a sus perseguidores apenas quedan migajas con nueve finales por delante. Puntos que han ido cayendo como arena del reloj, agotando el sueño.

Sevilla-Atlético de Madrid, en imágenes


Lo que estaba haciendo el equipo rojiblanco en este curso era casi epopéyico pero no pinta a que las fuerzas le vayan a dar para llegar a la orilla. En partidos como el del Sánchez Pizjuán -y desgraciadamente en otros de menos exigencia- el equipo del Cholo vive siempre en el alambre, demasiado a merced de un golpe de suerte, un paradón de Oblak, una que cace Suárez, una cabalgada de Llorente. Y claro, no siempre se da. Sobre todo en lo ofensivo. Para que el uruguayo o el madrileño saquen petróleo hay que acercarse al área rival de forma habitual…

El Atlético cayó por un gol que no debió subir al marcador en ningún caso, que se originó tras una recuperación con mano del Sevilla. Sin excusas para un Gil Manzano. como loco por la música, que minó a los rojiblancos jugada a jugada, tarjeta a tarjeta y que pasó del tema en la jugada clave. Todo eso es cierto, pero también lo es que el equipo colchonero estuvo muy lejos de hacer méritos deportivos para llevarse el partido.

UN ARRANQUE DE LOCOS

El partido comenzó a 160 km por hora. Una acción suicida de Felipe que pudo costarle una roja por una entrada lamentable sobre Ocampos, un penalti de Saúl por pisotón a De Jong, una parada milagrosa de Jan
Oblak en esa pena máxima…

Pareciese que Atlético y Sevilla echaban de menos el fútbol de Liga y arrancaron el partido como con un ritmo que costaba seguir. Con un cuadro hispalense muy presionante y vertical que metía al Atlético en su zona de defensa. Apenas un remate de Lemar desde lejos en los primeros 15 minutos, constataba que el equipo de Lopetegui amedrentaba a los colchoneros en los primeros compases.

El Atlético, muy lejos de la personalidad y control que se le debería presuponer a un líder de LaLiga para dar un golpe en la mesa en uno de esos campos en los que se ganan los títulos. Un equipo colchonero medroso, resguardado, fallido en su presión. Los de Simeone perseguían sombras, algo demasiado habitual en los tiempos recientes, cuando intentaban robar el balón a sus rivales, fluidos y certeros en la circulación.

En la primera media hora, el balón era monopolizado por los andaluces, Ocampos ponía a prueba a Oblak en un disparo desde fuera del área. Koke respondía con un disparo plano que Bono atrapaba sin problemas.

Simeone detectaba que su equipo estaba demasiado a merced de su rival, maniatado, sin ideas claras en lo ofensivo. Y pasada la media hora metía a Correa por Lodi. No es que el brasileño estuviese peor que el resto, pero el partido exigía un cambio de dibujo, algo que moviese una situación que pintaba mal para los colchoneros. El brasileño se llevaba la mano a la ingle en el cambio, algo que también podía dar pistas también respecto a esta decisión. La solución fue colocar a Saúl de lateral, a Lemar en la línea media y a Correa acompañando a Suárez.

La primera mitad se cerró, sin cambio de rumbo para los rojiblancos, con un par de ocasiones más de los locales, una de ellas tras una desastrosa entrega de Felipe que montó un contragolpe rival a 25 metros de su portería. Algunos siguen buscando al sobresaliente central que al principio de la temporada anterior asombró a todos. El parón por el asunto del Coronavirus acabó con muchas cosas, también con aquella versión del brasileño.

EL SHOW DE GIL MANZANO

La seguda mitad arrancó con un Atlético más voluntarioso pero también con ganas de seguir acumulando líos. Una enganchada dialéctica entre Suárez y Acuña le valía al colegiado Gil Manzano para enseñar amarilla a los dos, cuando quizás lo justo habrías ido enseñar la segunda a Diego Carlos, que era lo que había originado el asunto, que hará que el uruguayo se pierda el próximo partido. Más difícil todavía para los rojiblancos.

El equipo colchonero se asentó más en estos 45 últimos minutos. Con un Lemar que lograba desentrañar la maraña del medio del campo y por ahí el Atlético se asomaba un poco más a la portería de Bono. Disparos desde la frontal de Llorente y Koke

Y cuando mejor estaba llegó el gol del Sevilla. Una jugada que comenzó con una recuperación que llegó tras mano de Ocampos, que acabó con un pase de Suso al hueco para que Navas pusiese el balón en el segundo palo, donde Acuña cabeceaba. El Atlético reclamaba en vano a Gil Manzano a pesar de lo clamoroso de la acción.

De ahí al final, el Atlético lo intentó de todas las maneras. Sin éxito, sin suerte, sin un Lemar sustituido que estaba siendo el único con clarividencia para los colchoneros.

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– Ficha técnica:


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