El sistema de control muscular para drones del MIT permite al piloto usar gestos para una navegación precisa y específica

El Laboratorio de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial (CSAIL) del MIT ha lanzó un video de su trabajo en curso utilizando la entrada de señales musculares para dispositivos de control. Lo último implica un control completo y preciso de los drones, utilizando solo gestos con las manos y los brazos para navegar a través de una serie de anillos. Este trabajo es impresionante no solo porque utilizan biorretroalimentación para controlar los dispositivos, en lugar de reconocimiento óptico u otro tipo de reconocimiento de gestos, sino también por lo específicos que pueden ser los controles, configurando una gama de diferentes aplicaciones potenciales para este tipo de tecnología remota.

Este grupo particular de investigadores ha estado buscando diferentes aplicaciones para esta tecnología, incluyendo su uso en robótica colaborativa para posibles aplicaciones industriales. El pilotaje de drones es otra área que podría tener grandes beneficios en términos de uso en el mundo real, especialmente una vez que comienzas a imaginar bandadas enteras de estos tomando vuelo con un piloto provisto de una vista de lo que pueden ver a través de VR. Esa podría ser una excelente manera de realizar una inspección del sitio para la construcción, por ejemplo, o la inspección remota de equipos de plataformas en alta mar y otra infraestructura que es difícil de alcanzar para las personas.

La interacción robótica/humana perfecta es el objetivo final del equipo que trabaja en esta tecnología, porque al igual que intuimos nuestros propios movimientos y la capacidad de manipular nuestro entorno de manera más efectiva, creen que el proceso debería ser igual de fluido al controlar y trabajar con robots. Pensar y hacer esencialmente suceden en paralelo cuando interactuamos con nuestro entorno, pero cuando actuamos a través de la extensión de máquinas o herramientas remotas, a menudo hay algo perdido en la traducción que resulta en una curva de aprendizaje empinada y el requisito de mucho entrenamiento.

Cobotics, o la industria que se enfoca en construir robots que puedan trabajar de manera segura junto a los robots y en estrecha colaboración con ellos, se beneficiaría enormemente de los avances que hacen que la interacción entre las personas y los equipos robóticos sea más natural, instintiva y, en última instancia, segura. La investigación del MIT en esta área podría resultar en futuros productos de robótica industrial que requieran menos capacitación y programación para operar a escala.


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