El sueño copero dura poco

El sueño copero dura poco

Se esfumó la ilusión. El estímulo de una posible eliminación del Barça no fue suficiente para superar a las colchoneras. El Atlético de Madrid eliminó a la Real Sociedad a las primeras de cambio, en los octavos de final, en un encuentro realmente parejo en Zubieta (0-2). Es la segunda vez que lo hacen en los últimos tres años. Las de Natalia Arroyo generaron muchas ocasiones, pero no acertaron, como viene siendo habitual esta temporada, en comparación con la anterior. Ya lo advirtió la entrenadora en la previa. “Se nos está haciendo pequeña la portería este curso”.

También comentó antes del partido que “ojalá hacer todo el recorrido copero” porque el de Champions habían sido solo dos partidos. Pues esta vez en Copa, también es el camino mínimo. Y van cuatro temporadas sin pasar de cuartos, dos de ellas cayendo en el primer partido, en una competición en la que se empieza a competir en octavos. Justo desde el éxito culminado en Granada en 2019. Lo preocupante es que tres de las cuatro eliminaciones han sido en Zubieta, a partido único.

Un partido parejo y decide Cardona, ex txuri urdin

El encuentro comenzó igualado, con muchas intentonas de ataques rápidos, con poco éxito. Mejor las locales, que cerca estuvieron de marcar en un centro raso desde la derecha, al que no llegó ninguna de las atacantes en el segundo palo. También la tuvo Jensen, que remató al palo un centro de Bernabé, de propiedad rojiblanca. Hubieron innumerables disparos realistas, con Nerea o Gaby intentándolo desde lejos.

Mantuvo bien la intensidad propia de un partido así la Real, y el Atlético optó por un planteamiento práctico y pragmático. Aguantar y buscar el espacio. Lo intentó la delantera nigeriana Ajibade en la primera acción que pudo, pero Lete desvió a córner. Y justo antes del descanso llegó el jarro de agua fría, en forma de gol. La Real pidió fuera de juego pero ni árbitra ni asistente lo vieron. Recibió de espaldas Ajibade, filtró a la perfección para una Cardona que se quedó sola con 25 metros por delante, regateó con excelencia a Lete, y empujó a placer.

Intentó ajustar para apretar mejor Natalia Arroyo tras el descanso, pero no hubo manera de colarle un gol a Lola Gallardo. De hecho, lo que llegó fue el 0-2 de Ajibade. En una jugada muy mal defendida por las realistas, Banini se coló en el área para poner un centro que remató, sola, la nigeriana en el segundo palo. Partido sentenciado. La Real le puso orgullo, garra y fútbol, pero no tuvo premio ni de consolación, en forma de 1-2. La Copa se esfuma, pero aún queda la Supercopa, una opción de título factible (o todo lo factible que es competir en torneo con el Barça), además de intentar levantar la desventaja liguera con Levante y Real Madrid.




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