Steve Kerr está contento y aliviado tras ver el calendario para su equipo la próxima semana. Después de eliminar el pasado jueves a los Dallas Mavericks – la madrugada del viernes en España- en el quinto partido de las Finales de la Conferencia Oeste, los Golden State Warriors habrán tenido siete días de descanso una vez arranquen las Finales de la NBA contra los Boston Celtics.
“Les hemos dado a los chicos dos días libres consecutivos, que es algo inédito en unos playoffs e incluso durante la temporada regular”, comentó el técnico de la bahía. “Ha sido una gran oportunidad para descomprimir, y no entrenaremos hasta mañana. Será el primer día en que analicemos a nuestro oponente. Ya lo he dicho muchas veces: cuando llegas a las Finales, es casi un viaje de dos meses repleto de estrés y fatiga, así que si puedes darte un pequeño descanso es algo muy significativo”.
El viernes y el sábado fueron libres para Golden State, y el domingo tan solo hicieron una ligera sesión de tratamientos y trabajo de poca intensidad física. Kevon Looney valoró así el tiempo de descanso: “Tener dos días libres y una semana hasta el próximo partido te da la oportunidad de centrarte y tener la mente y el cuerpo en su sitio”.
Hay otro dato muy interesante para Golden State, la ventaja de campo. Entre el parón y el descanso, el tercer partido de las Finales de la NBA, el primero en Boston, no será hasta el 8 de junio. Eso significa que los Warriors podrán dormir en casa, junto a sus familias, hasta 11 días consecutivos. “Eso ayuda mucho”, comentó Kerr. “En casa es mucho más fácil quitarse los nervios, tienes tu rutina y la gente está contigo”, añadió Looney.