El Manchester United de Erik ten Hag definitivamente carbura. Vaya, que entre poco y nada del equipo dubitativa del tramo inicial de la temporada. Como muestra de su solvencia, el triunfo logrado este martes ante el Bournemouth (3-0), sin dar los ‘red devils’ ni una opción a los de Gary O’Neil, que vivieron una noche de pesadilla en Old Trafford, ‘El Teatro de los Sueños’.
Desde el pitido inicial el Manchester United mostró sus credenciales. Con Casemiro y Eriksen en sala de máquinas y posicionándose entre líneas Van de Beek, que justo antes del descanso acabaría sustituido por el emergente Alejandro Garnacho, los de Erik ten Hag se adueñaron del balón como método para imponerse. Aunque el primer tanto llegó en una jugada a balón parado. Eriksen, que más que pierna derecha tiene un guante, la puso al corazón del área y allí apareció Casemiro para rematar a la red sin titubear y hacer el 1-0 en el 23′ de partido.
Con esa mínima ventaja, con alguna que otra intervención de David De Gea, se llegó al descanso, y nada más arrancar la segunda mitad aconteció el 2-0 con el que el Manchester United encarriló su triunfo. Garnacho, que siempre que tiene minutos invita a recordar su nombre, se asoció con Luke Shaw para que el lateral inglés culminase en gol un contragolpe que el mismo había armado (49′). Más tarde el propio extremo argentino fue el que pudo marcar, pero la madera se negó a ello.
El definitivo 3-0 llegó ya en el 86′, tras una larga jugada colectiva en la que Bruno Fernandes asistió a Rashford para que éste marcase a puerta vacía.
Tras este triunfo, el Manchester United alcanzó los 35 puntos para afianzarse en el cuarto puesto de este Premier League en la que quiere lograr billete para la próxima Champions.