El VAR, de enemigo a aliado del Real Madrid


La madrugada del pasado 28 de enero Javier Tebas declaraba, en una entrevista al programa El Partidazo de la Cadena COPE, que había habido “un antes y un después” en la aplicación del VAR tras las quejas de Florentino Pérez a Luis Rubiales por antiguas polémicas. Quejas merengues que se recrudecieron a raíz del Clásico del 18 de diciembre en el Camp Nou. Aquella frase fue interpretada por muchos como una acusación gratuita del presidente de la patronal tanto al dirigente blanco como al máximo responsable de la Federación Española, con los que mantiene evidentes diferencias.



Sin embargo, el tiempo parece empeñado en darle la razón. El tiempo y por supuesto, los hechos. La última demostración, la alevosa patada de Sergio Ramos al osasunista Rubén García este domingo, con 1-0 en el marcador del Osasuna-Real Madrid y que el colegiado del encuentro, el extremeño Gil Manzano, pasó absolutamente por alto. Y que el VAR al mando del cántabro Cordero Vega , se supone que tras revisar la acción, también optó por ignorar.


Tres acciones decisivas

Llueve sobre mojado. Tanto que en las cuatro últimas jornadas ha habido tres acciones en otros tantos partidos del Real Madrid que han beneficiado los intereses del conjunto blanco. Y de manera tal vez (porque en fútbol no existe la verdad absoluta) decisiva.

Tras aquella queja de Florentino a Rubiales por los dos penaltis que a su juicio le birló Hernández Hernández (colegiado de Las Palmas) en el Clásico y que el estudio de las imágenes demostró que efectivamente uno era pena máxima, el VAR no ha hecho sino ir a corriente de los intereses blancos.

Lo hizo ante el Sevilla (gol anulado al cuadro andaluz con 0-0), contra el Atlético de Madrid (entrada de Casemiro sobre Morata en el área blanca) y este domingo, con Osasuna como víctima. Tres jugadas clave que se fueron al limbo. Y que demuestran que, en efecto, aquella queja formal del máximo dirigente blanco se convirtió en un punto de inflexión a partir del cual se puede hablar con absoluta propiedad de “un antes y un después” en la aplicación del VAR. Al menos, cuando el Real Madrid se ve implicado en dichas acciones.

El precio del VAR

En cualquier caso, y no sólo por las decisiones que afectan al conjunto merengue, el VAR vuelve a estar en cuestión. Tebas, en aquella intervención en la COPE, anunció para marzo una reunión de los clubs para tratar el tema, que según confesó “causa desazón”.

El debate se ha reabierto con las decisiones (o por su ausencia en muchos casos) adoptadas en jugadas que parecen fuera de toda discusión. Un debate que aumenta a la luz de los emolumentos que perciben los responsables de juzgar las acciones desde la sala del VAR. Unos ingresos que según el acuerdo firmado el 9 de agosto de 2018 entre LaLiga (Tebas) y Federación (Rubiales) eran el curso pasado de 2.000 euros por partido para el colegiado responsable del VAR y de 850 euros para el asistente del VAR. Cantidades válidas hasta la temporada 2022-23 y a las que se aplica un aumento del 5% anual hasta la extinción de dicho acuerdo.

Para los asistentes de vídeo ‘fijos’, ex colegiados que ejercen sólo esta función (Álvarez Izquierdo e Iglesias Villanueva), el acuerdo fija unos ingresos fijos anuales de 50.000 euros, abonables en diez mensualidades de 5.000 euros. Cantidades, como las citadas anteriormente, actualizables anualmente con un aumento del 5% hasta la 2022-23.

Todas estas cifras nos hablan de un colectivo arbitral superprofesionalizado (algunos cálculos fijan en unos 180.000 euros anuales sus ingresos brutos) pero que sigue estando en el ojo del huracán domingo sí, domingo también. Y que es demasiado influenciable a presiones externas, como puede deducirse del presidente de LaLiga, que reúne a todos los clubs profesionales de este país. “En el VAR hay un antes y un después de la llamada de Florentino a Rubiales”, dijo el ‘jefe’ de la patronal. Lo malo es que los hechos le están dando plenamente la razón.


Source link