El 'vicio' de DeRozan es la ruina de Antetokounmpo

El 'vicio' de DeRozan es la ruina de Antetokounmpo

Hay sempiternos y privilegiadas virtudes, vicios para quien los sufren, que matan. Y como eso de ganar a última hora, de sentir ese morbo, engancha demasiado, DeMar DeRozan lo seguirá haciendo por más años que cumpla, por los siglos de los siglos. Sin que fuera uno de esos tiros ‘cardíacos’ al límite de la bocina, el escolta se cargó en los últimos instantes de la prórroga con 6 puntos consecutivos a los Milwaukee Bucks (119 – 113), para terminar con 4 en su cuenta personal. 

Pero, aunque se jubile DeRozan -varios años de baloncesto por eso a sus 33-, viene por detrás un chico que está aprendiendo el oficio demasiado rápido: Ayo Dosunmu. El base de 22 años fue el que forzó la prórroga con un tiro decisivo por segunda vez esta temporada después de que ante los Hawks firmara el lanzamiento de la victoria. Lo tenían hecho los Bucks con saque de banda con 11 segundos de crono y 104-106, pero DeRozan, el que conquista corazones pero roba almas, andaba por allí tan astuto, birló a ‘Anteto’ y Grayson Allen la bola a falta de 8 segundos y, con el campo abierto, le dijo a Dosunmu ‘toma, para que vayas aprendiendo’.

El escolta, con la ayuda de su aprendiz, machacó psicológicamente al equipo de Giannis Antetokounmpo pese al titánico esfuerzo del griego (45 puntos con un 17/39 en tiros y 22 rebotes), sumido en una preocupante dinámica negativa de cuatro derrotas seguidas en la que se ha mostrado incapaz de ganar a ningún contendiente al nillo y que le hacen caer ya al tercer puesto en el Este. Todo se le fue de las manos a unos Bucks que ganaban de 11 a mediados del último cuarto.

Bobby Portis fue el segundo máximo anotador en el conjunto de Mike Budenholzer con 20 puntos, mientras que en los Bulls, irónica casualidad, la victoria se cimentó en los tres jugadores sobre los que ciernen especulaciones de traspasos, además de DeRozan, Zach LaVine (24 tantos) y Nikola Vucevic (15 puntos y 14 rebotes). A todo ese ‘curro’ dio sentido en un final de locura DeMar DeRozan con la ayuda de su alumno aventajado. Hay vicios que uno la enganchan y que a otros matan.




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