El Wydad marroquí gana su tercera Champions de África

El Wydad marroquí gana su tercera Champions de África

El Wydad Casablanca de Marruecos será uno de los posibles rivales del Real Madrid en el Mundial de Clubes tras proclamarse este lunes ganador de la Champions League africana al imponerse en la final, disoutada en su estadio a partido único, por 0-2 al Al-Ahly egipcio.

Un triunfo que tuvo un nombre propio, el del atacante Zouheir El Moutaraji, quien firmó los dos tantos que condujeron al conjunto marroquí a la conquista de su tercer título, tras los logrados en los años 1992 y 2017.

Si a los quince minutos de juego El Moutaraji demostró su calidad en el golpeo de balón con un espectacular zapatazo desde fuera del área que se convirtió en el 0-1, en el segundo gol el jugador del Wydad evidenció su capacidad de llegada al área rival.

El atacante marroquí estableció a los tres minutos del inicio del segundo tiempo el definitivo 0-2 al culminar un veloz contragolpe en el que, si bien Zouheir El Moutaraji se topó en primera instancia con el guardameta egipcio Mohamed El Shenawy, nada pudo impedir que acabara introduciendo el balón en las redes al aprovechar el rechace.

Dominio infructuoso del Al-Ahly

Toda la eficacia que mostró el Wydad, que convirtió en gol sus dos primeros remates entre los tres palos, le faltó a un Al-Ahly, al que de poco le sirvió monopolizar la posesión del balón durante toda la contienda.

Y es que el conjunto egipcio, que buscaba convertirse en el primer equipo en conquistar tres Champions League africanas consecutivas, apenas logró llegar con peligro al área del Wydad y cuando lo hizo se topo con un excepcional Ahmed Tagnaouti bajo los palos.

Tagnaouti, estelar bajo palos

El guardameta marroquí impidió con tres grandes intervenciones en el último cuarto de hora de juego que el Al-Ahly, el equipo más laureado de la competición con diez títulos, pudiese reducir su desventaja.

Especialmente brillante fue la parada que Tagnaouti firmó a los 82 minutos al repeler con los pies un remate desde el interior del área pequeña de Salah Mohsen, que parecía destinado, sí o sí, al gol.

Una parada que fue celebrada tanto o más que los goles de El Moutaraji por los aficionados de un Wydad que llenaron las gradas del estadio Mohamed V de Casablanca, el campo del equipo marroquí, donde se disputó la gran final de la Champions League africana.




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