En el Madison Square Garden, los regalos los pusieron Joel Embiid y James Harden. Los Philadelphia 76ers, de la mano de su estelar dúo, cada vez más compenetrado, se llevaron el partido inaugural de la jornada navideña de la NBA contra los New York Knicks por 112-119. Los visitantes tuvieron que despertar de la siesta tras llegar a perder por 14 puntos en el primer período, pero con un parcial de 16-24 en el último cuarto remacharon a los locales para cosechar su octavo triunfo consecutivo.
“En la segunda parte nos hemos centrado, hemos jugado más físico, mejor en defensa, y eso ha resultado clave”, comentó un Embiid encantado ante el escenario único del día de Navidad. Jugó con los rivales, el público y sus compañeros, en un ambiente tan competitivo como festivo. En una de las jornadas que los astros marcan con una X en el calendario, lideró a los suyos con 35 puntos y 8 rebotes (12-22 TC; 1-2 3P; 10-15 TL).
Le acompañó un James Harden que parece más cómodo que nunca en Philly, aunque Woj filtró en la víspera del encuentro que él y su entorno no descartan plantearse un retorno a Houston en verano. Sobre la pista todo funcionó de maravilla y firmó una estadística magnífica: 29 puntos, 4 rebotes, 13 asistencias, 4 robos y un tapón. Además de su dupla estelar, los Sixers recurrieron a la puntería de Georges Niang, que se creció en el último período y anotó sus 4 triples de la noche para abrir distancia y sentenciar. El alero anotó 16 puntos en 23 minutos partiendo desde el banquillo.
Por parte de los Knicks, Julius Randle sumó 35 puntos pero no estuvo acertado en el cuarto definitivo. Tampoco lo estuvo Jalen Brunson (23 puntos y 11 asistencias), que terminó lesionado tras llevarse un golpe en la cadera. Fue él quien animó el choque para los locales, pero el traspié le condenó al banquillo y el equipo de Tom Thibodeau se deshinchó.
En un tramo de 8 minutos en el último período, los Knicks lograron anotar tan solo 4 puntos por los 21 de Philly. Los minutos finales resultaron intrascendentes a pesar de que el encuentro fue disfrutón. Con el triunfo, el octavo consecutivo, los Sixers se acercaron todavía más a la parte noble del Este (20-12), donde el primer y el quinto clasificado están a menos de tres victorias de diferencia. Por detrás, los Knicks, sextos, se quedan más lejos (18-16).