Emery cancela su romance con el Newcastle


La derrota ante el Chelsea, 3-0 el sábado pasado, hundió al Newcastle al puesto 19º de la clasificación de la Premier y precipitó los acontecimientos. La nueva junta directiva del club adquirido el pasado octubre por el Fondo Público de Inversiones de Arabia Saudí resolvió que, tras un mes de un pausado casting que incluyó a Paulo Fonseca, exentrenador de la Roma, Alberto Martínez, seleccionador de Bélgica, y Eddie Howe, extécnico del Bournemouth, era preciso nombrar un líder con urgencia. Alguien que infundiera confianza en el vestuario y en la afición porque, de otro modo, el equipo se condenaría a bajar de categoría. Entonces, los asesores técnicos de los nuevos propietarios señalaron a Unai Emery, entrenador del Villarreal.

Hubo una llamada. El diario The Athletic informó que los dirigentes del Newcastle se pusieron en contacto con Emery el domingo pasado. Según esta fuente, el técnico habló incluso con Yasir Al-Rumayyan, su presidente no-ejecutivo, que funge como gobernador del fondo público saudí.

La conversación hizo pensar a los propietarios del Newcastle que el fichaje de Emery sería cuestión de días. Hubo filtraciones a la prensa. Se desencadenaron las especulaciones. La bola de nieve creció hasta la madrugada del miércoles. Hasta que el técnico habló por teléfono con Fernando Roig, el presidente del Villarreal. El resultado de la charla fue que ambos acordaron preservar la relación contractual. La salida al Newcastle quedó descartada. Desde el Villarreal, indicaron que Emery seguirá ocupando su banquillo. Sobre las 14:00 horas del miércoles, fue el propio entrenador quien desmintió que se quisiera marchar, a través de un comunicado publicado en sus redes sociales: “El Villarreal es mi casa y estoy comprometido al 100%”.

Sus amigos aseguran que los sentimientos encontrados bullían en la cabeza de Emery tras hablar con el Newcastle, el domingo. En principio, cuentan, la oferta no acabó de convencerle del todo. Enumeran una serie de razones. Que Emery es feliz en el Villarreal, club que le ha dado todo lo que ha pedido. Que le encanta vivir en Valencia, donde su familia se siente muy cómoda. Que no le interesa el dinero, cosa que el Fondo Público de Inversiones de Arabia Saudí posee en mayor cantidad que ningún club del planeta. Que el inglés es un idioma en el que le cuesta expresarse y él necesita hablar mucho con los jugadores para explotar todo su potencial como entrenador. Y que, por último, los dueños del Newcastle no le habían garantizado la construcción inmediata de una plantilla capaz de competir por la Champions a partir de la temporada 2022-2023.

Pero había un pero. Una única condición que le atraía de la posibilidad de un cambio. Emery siente que, de cumplir su contrato en el club castellonense, que acaba en junio de 2023, tendría muy pocas posibilidades de escalar grandes posiciones en la jerarquía que establece el mercado. Los asesores del entrenador vasco fueron en la misma dirección. Hay clubes que sirven para estar en los escaparates principales y el Villarreal no es uno de ellos. Emery tiene muy presente su experiencia en la pasada campaña.

El miércoles 26 de mayo, el Villarreal alzó la Liga Europa y se clasificó para disputar la siguiente edición de la Liga de Campeones. Fue la proeza más grande en la historia del club. Sin embargo, a Emery los grandes clubes le ignoraron. No recibió ofertas deslumbrantes. Una semana más tarde de la final de Dansk, el miércoles 2 de junio, el Real Madrid contrató a Carlo Ancelotti, que había acabado la temporada al frente del Everton en la décima posición de la Premier.

A última hora de la tarde del martes, las noticias del entorno del entrenador comenzaban a apuntar decididamente al norte de Inglaterra. Emery, aseguran, tuvo la oferta sobre la mesa. Los saudíes estaban dispuestos a compensar económicamente al Villarreal por su fichaje. El técnico ponderaba su salida, alentado por consejeros que le advertían de que si esperaba al próximo verano el mercado ofrecería más entrenadores disponibles al Newcastle.

Al cabo de la sufrida victoria del Villarreal sobre el Young Boys (2-0), este martes en la cuarta jornada de la fase de grupos de la Champions, la noticia se había extendido. Sky Sports y The Times confirmaban que Emery era el elegido. Antes del partido, Fernando Roig se vio obligado a declarar públicamente que su entrenador tenía un contrato que cumplir. EL tono de Roig rozó la indignación. Las preguntas fueron inevitables cuando Emery se presentó ante la cámara de Movistar. ¿Dirigirá al Villarreal el próximo domingo ante el Getafe o se irá al Newcastle, que por lo visto está dispuesto a pagar los casi siete millones de euros de su cláusula de rescisión?

“Vía personal”

“Lo único cierto es que el Newcastle me ha transmitido un interés. Pero no he tenido mayor noticia que ese interés”, reconoció Emery, que incluso pareció animar al club inglés a que acelerara el proceso. “De momento no hay ninguna oferta, que tendría que ser vía club y vía personal. En principio no hay nada más que eso”.

“Ante la hipótesis de que abonen mi cláusula de rescisión yo, antes que decir que sí, hablaría con Fernando [Roig, el presidente], por quien siento un respeto, como por el club y por la plantilla”, dijo. “Si hubiera un interés, y hubiera algo satisfactorio, lo consultaría con él [el presidente]. Y a partir de ahí, si se toma una decisión, podría ser en cualquier dirección si se cumplen los requisitos”.

Unai Emery dio la impresión de albergar tantas incertidumbres que prefirió dejar su destino en manos de Fernando Roig. La respuesta del presidente del Villarreal fue contundente.

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