Empate a nada entre Getafe y Alavés en un partido brusco

Más que fútbol, Getafe y Alavés ofrecieron un partido de rugby en el que los empujones, ‘placajes’ y continuos parones desembocaron en un insulso empate final que ambos interpretaron como un mal menor vistas las urgencias con las que llegaban al choque. Se jugaban mucho ambos equipos, con los madrileños acercándose a una zona de descenso en la que estaban los vascos. Y esa tensión derivó en un encuentro brusco, con muchas faltas e interrupciones, sin apenas ocasiones y al que se añadía un viento molesto que dificultaba todavía más el juego.

El Alavés comenzó con mal pie, con dos bajas imprevistas de última hora, Lucas Pérez y Laguardia. El delantero, con una fuerte contusión, dejó su sitio a Deyverson, mientras el defensa cedía el suyo a Tachi. Fue precisamente este último el protagonista de la única opción clara de la primera mitad al sacar bajo palos un remate de Jaime Mata en el minuto 39. Al margen de la dureza y de esa opción del Getafe, no hubo mucho más en el primer periodo.

No cambió el panorama en inicio del segundo periodo. Mucho juego intrascendente en el centro del campo y falta tras falta. La primera noticia del Alavés en ataque llegó en el minuto 64, con un disparo de Martín que tapó de forma excelente Cucurella.

El miedo a perder este encuentro llegó hasta el punto de que los primeros cambios no se produjeron hasta el minuto 79. Fue mucho más conservador Abelardo y un pelín más incisivo Bordalás en las sustituciones. Un cabezazo de Arambarri desviado a dos minutos del final y una falta del mismo jugador que se marchó rozando el larguero en el último suspiro fue lo único que alteró el pulso de un partido que desde el primer minuto se encaminó a lo que al final sucedió: empate a nada.

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