El Atlético de Madrid inauguró la pretemporada con una contundente victoria ante el Numancia en El Burgo de Osma, para llevarse su octavo trofeo del Memorial Jesús Gil. El cuadro colchonero cerró un partido con goleada por 4-0, en el que destacó la belleza de alguno de los goles logrados.
Entre ellos, el que inauguró oficialmente la pretemporada anotadora del equipo. El de Thomas Lemar, un trallazo desde fuera del área que se coló en la misma escuadra del meta del Numancia, tras un pequeño pase de Ángel Correa. No es sólo el talento que ambos jugadores pudiesen tener, es que además hay mucho trabajo detrás de un tanto así.
Lo que los aficionados del Atlético vieron y disfrutaron no fue obra de la casualidad. Mas al contrario, se trata de un ejercicio que se pudo ver durante la preparación en San Rafael y que también ensaya habitualmente el primer equipo rojiblanco en los entrenamientos.
El golazo de Lemar al Numancia no es fruto de la improvisación. El Atlético de Madrid suele ensayar sus disparos a puerta como una rutina en la pretemporada
Un ejercicio para crear automatismos también en ese sentido, para que las cosas salgan de forma natural. Durante estas tres semanas se pudo ver en varias ocasiones dicho ejercicio. Una serie de paredes en la frontal, con apoyos cortos y rápidos, para que el jugador que llegase de cara la pegase.
En el caso de Lemar, con su toque y calidad, el asunto estaba muy perfilado, porque en los entrenamientos de estas semanas ya había calcado el golazo que luego sería capaz de plasmar en el partido.