Mirando la plantilla y el cuerpo técnico de Estados Unidos en el Mundial 2023, puede argumentarse que hay más estrellas en el banquillo que sobre el parquet. Steve Kerr, nueve veces campeón de la NBA entre su etapa como jugador y entrenador, ha reunido un icónico grupo de técnicos a su alrededor para iniciar su aventura al frente del Team USA. La lista da vértigo.
Erik Spoelstra (Miami Heat), Tyronn Lue (Los Angeles Clippers) y Mark Few (Gonzaga) son los ayudantes del preparador que ha ganado cuatro anillos y pisado seis de las últimas diez Finales de la NBA con los Golden State Warriors. Spoelstra y Lue, entre ambos, han estado presentes en siete de las últimas diez, ganando una cada uno. En la última década, más de la mitad de los títulos se los han repartido ellos.
Few, el más desconocido del grupo para el gran público, es uno de los entrenadores universitarios más reputados del momento y ha llevado a los Bulldogs al torneo final de la NCAA cada año desde que tomó las riendas del proyecto. Eso sí, no ha logrado el título en las dos finales que ha alcanzado.
Si juntamos los currículos de los cuatro, la cuenta de títulos y méritos se dispara por las nubes. Amasan un total de 15 anillos de la NBA y dos apariciones en la Final Four de la NCAA. Lue ganó dos anillos como jugador y luego lideró desde la banda el único título de LeBron James con los Cleveland Cavaliers. Con el mismo protagonista sobre la pista, Spoelstra ganó sus dos anillos en Miami. En 2006, como asistente de Pat Riley, ganó también el primer título de la historia para los Heat.
Steve Kerr habla con sus jugadores durante un entrenamiento
Kerr amasó cuatro títulos con los Chicago Bulls de Michael Jordan y luego un último en 2003 con los San Antonio Spurs. Allí arrancó su relación con Gregg Popovich, su mentor en los banquillos. Desde que accedió a entrenar a los Warriors en 2014, su equipo se ha convertido en el gran dominador de la competición. En su currículum internacional encontramos también un oro mundialista como jugador en España 1986 y un oro olímpico como técnico ayudante en Tokio 2020.
“Me juego lo que quieras a que si le preguntas a Erik, Ty y Mark porqué hacemos esto, te dirán algo similar”, reflexionaba Kerr cuando se dio a conocer el staff definitivo de Estados Unidos. “Nos encanta lo que hacemos, tenemos mucha suerte. Esta experiencia es única y diferente. No quería pensar un día, ‘pude hacer esto y dije que no’”, añadía. Son seis semanas de baloncesto a todo trapo con el objetivo de recuperar el oro perdido en China 2019, cuando los estadounidenses firmaron el peor resultado de su historia en el torneo, una séptima plaza. “Esto lo vamos a recordar el resto de nuestras vidas”, incidía el cabecilla del grupo.
“Esta experiencia es única. Lo vamos a recordar el resto de nuestras vidas”
Además de los cuatro nombres destacados en primera línea, entre bambalinas han colaborado en la construcción del equipo tipos como Jeff Van Gundy, ojeador de lujo para el grupo; Chip Engelland, especialista en tiro; Grant Hill, director ejecutivo de USA Basketball; y Sean Ford, uno de los directivos más experimentados del programa y especialista en baloncesto FIBA.
Servicio ‘militar’ y sacrificio
“Una de las mejores cosas de USA Basketball es que todo revuelve entorno al programa, algo cierto seas jugador, entrenador o miembro del ‘staff’”, aseguraba Spoelstra, elegido el año pasado como uno de los 15 mejores entrenadores de la historia de la NBA durante las celebraciones del 75 aniversario. “Se trata de sacrificarse, de tomar partido y hacer lo que haga falta a nivel colectivo para conseguir el oro”, subrayaba. Con un grupo de 12 debutantes sin experiencia en grandes competiciones internacionales, la filosofía del grupo está bien clara. En la unión está la fuerza.
En uno de los últimos entrenamientos del Team USA durante su preparación en Abu Dabi, según cuenta en The Athletic Joe Vardon, Engelland ordenó a Spoelstra que fuera a buscar al siguiente grupo de jugadores. Era una orden sorprendente para un entrenador de su currículum, pero el preparador de Miami ni se inmutó, se levantó de su silla y se fue a cumplir con esta tarea tan alejada de su labor habitual al frente de los Heat: “Aquí, todo lo demás queda a un lado. Estás aquí para servir”.
“Todo lo demás queda a un lado. Estás aquí para servir”
“Es divertido sentarse un momento y mirar hacia los lados, ver quiénes están en el despacho de los entrenadores y pensar… ‘¡Wow!’”, comentaba Few. Todos ellos son considerados de los mejores en sus respectivas competiciones y están en la flor de su carrera deportiva.
A pesar de que todos se conocen de sus duelos sobre la cancha de baloncesto, el cuarteto nunca había podido compartir una cena reposada con un buen vino. “Nunca había comido con ellos. Sentía su influencia en sus equipos cuando jugábamos contra ellos, así que siempre he sentido admiración y respeto por mucho que nos hubiéramos limitado a decir hola antes y después de los partidos”, comentaba Kerr.
Los jugadores, contagiados por el buen rollo del cuerpo técnico, se muestran encantados con las lecciones que reciben a diario de algunas de las mejores mentes baloncestísticas del planeta. “Me encanta estar rodeado de cocos. Puedo ver cómo se ponen a pensar cuando nos ven jugando”, explicaba Tyrese Haliburton, una de las grandes promesas del equipo. “He tenido grandes partidos contra ellos, pero ahora quiero ganarme su respeto aquí”, añadía.
“Steve Kerr hace un gran trabajo para ponernos en la mejor situación y usar nuestras fortalezas al máximo de nuestras posibilidades”, analizaba Bobby Portis, el único jugador campeón del grupo y el más veterano a sus 28 años. “Me encanta todo lo que hace y tenemos un cuerpo técnico impresionante. Mark Few ha hecho un gran trabajo en Gonzaga. Tyronn Lue fue un gran jugador y es un gran entrenador. Y luego Erik Spoelstra, su currículum habla por si solo”.
A un día de su debut en el Mundial 2023, una cosa parece bien clara. Al inexperto plantel de Estados Unidos no les faltarán recursos técnicos para alcanzar la gloria en la gran cita del verano.