Ya has comprado todas las cremas para la cara: leche desmaquillante, sérum, crema hidratante… Llevas unos días utilizándolas pero no ves los resultados esperados. ¿Te has planteado si las estás aplicando en el orden correcto? Este es uno de los errores más frecuentes en la rutina facial: tienes varios productos para el rostro y al final acabas volviéndote loca al aplicarlos.
Limpiador facial
Tienes que empezar por utilizar un limpiador facial, como el agua micelar, por la mañana y por la noche. Aplica en un disco de algodón y masajea con movimientos circulares. De esta manera, los poros quedan completamente limpios para que los productos que vas a aplicar a continuación penetren bien en la piel y hagan su función.
Tónico
El tónico es un producto esencial en la rutina de belleza. Reduce el tamaño de los poros y equilibra el pH de la piel. Del mismo modo que el limpiador facial, debes aplicarlo dos veces al día, por la mañana y por la noche.
Sérum
Si utilizas un sérum, es el tercer producto a aplicar, también por la mañana y por la noche. Un tratamiento facial muy concentrado, cuyo principal beneficio es que los efectos son inmediatos.
Contorno de ojos
Es precisamente la piel del contorno de ojos la que más hay que cuidar por dos razones. En primer lugar, porque pierde un 50% más de agua que la del resto del rostro, así que tiende a deshidratarse. Y, en segundo lugar, porque es muy fina y sensible a la contaminación, así que es donde aparecen los primeros signos de la edad, como las patas de gallo. El contorno de ojos debes aplicarlo todas las mañanas y noches, hasta el límite del hueso del pómulo y con movimientos circulares.
Crema hidratante
Y, por último, la crema hidratante, que debes aplicar por el rostro y por el cuello. Escoge una adaptada a tu tipo de piel y a sus necesidades concretas: anti-acné, antiarrugas…
Este es el orden en el que debes aplicar las cremas de la cara.