“En Tomorrowland hemos perdido el 95% de los ingresos del año”


Durante la pandemia, la sociedad ha calibrado multitud de posibilidades para adaptarse lo mejor posible a la llamada nueva normalidad. Algunas han sobrevivido, y otras incluso han mejorado lo anterior. Pero lo cierto es que hay cuestiones que resultan difíciles de entender cuando su esencia varía. Es el caso de los festivales de música, unas celebraciones dirigidas a grandes multitudes que siguen pensando cómo encajar en la situación actual.

Ante la incertidumbre y los aplazamientos, muchos ya han anunciado interesantes propuestas musicales para aforos limitados a 400 y 800 personas, pero hay quien sigue soñando con celebrarlos como siempre, pero con un planteamiento completamente diferente. Es el caso de Josan Serrano, socio fundador y director de Montgorock Xàbia Festival, que hace unas semanas, en pleno caos, presentó el Sistema Marko, un nuevo formato de festival dividido por parcelas de 150 metros cuadrados con aforo para 50 personas que busca el aval institucional.

Serrano ha patentado una estructura que contaría con controles de temperatura en los accesos, un sistema de limpieza y desinfección individual y un control de acceso por parcelas. Los baños estarían colocados en fila ambos lados del recinto y cada zona tendría asignada un número de servicios. Además, se ofrecería un servicio de barra compartido cada cuatro parcelas sin contacto físico con los demás espacios. Y para reducir el riesgo, su autor asegura que hasta las bebidas irían tapadas “como en el Starbucks”.

El responsable del Montgorock reconoce que todo este sistema tendría que adaptarse a cada recinto. En el caso de este festival, que ha aplazado su celebración a septiembre, admite que podrían volver a reunir a 15.000 personas, pero con este sistema estarían divididas en 300 parcelas. Además, su idea sería reducir el habitual despliegue musical a un solo escenario. Eso sí, esto lo deja al gusto del promotor: “Puedes poner uno en el medio o enfrentar dos escenarios”.

Serrano asegura que desde que publicó su idea, no paran de llamarle de otros países: “Está teniendo mucha repercusión fuera, sobre todo en Australia, donde están pensando si instalarlo”. El valenciano quiere mejorar su creación y adaptarla a todas las necesidades y protocolos de seguridad para que la Administración le dé el visto bueno. Además, tiene claro que esto solo es una solución temporal y que si por él fuese no cambiaría nada: “Yo prefiero los festivales de siempre, lo de antes, pero dependemos de la vacuna”.

El empresario también explica que, al principio, su idea no se vio con buenos ojos: “Muchos promotores luchaban por el aforo, y yo creía que no nos darían nada en ese sentido”. Una motivación que le llevó a crear este protocolo y poder celebrar festivales lo antes posible. Afirma que el sistema que plantea no es caro y confía en poder trasladar las medidas que regulen la llamada nueva normalidad a estos eventos: “Con Marko los festivales dispondrán de varios accesos y colas respetuosas con la distancia de seguridad”.


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