Entre la mística y la redención


La Copa del Rey ha hecho un pacto con el diablo: peligrosas noticias para la Real. El torneo se regenera a un formato místico, en desuso desde hace 15 años, que jugó alguna mala pasada a los txuri urdin entre finales los noventa y principios de los dos mil. La redención, por lo tanto, es de obligado cumplimiento.



La Real entra al bombo del sorteo que se celebra este mediodía en Las Rozas (12.30 horas). El recuperado sistema dicta que el rival nacerá de un grupo compuesto por los 35 aspirantes: 4 de Segunda B, 21 de Tercera y 10 campeones regionales de la pasada temporada. La variedad geográfica se impone por goleada a la presunta dificultad que presentará el modesto que se interponga en el camino. En la Real saben de memoria que la falta de respeto, al oponente, a la competición y al propio escudo, se paga con estrépito. Hay antecedentes.

Contando con la Real, entran en liza 110 equipos, todos menos los cuatro de Primera citados para la Supercopa de España: Barcelona, Real Madrid, Valencia y Atlético de Madrid. El número de eliminatorias asciende a 55. Una versión con sabor añejo de la Copa. Se abre el tarro de las esencias auténticas. Fútbol sin purpurina. Nada que perder para los más modestos, que además harán una caja histórica, y prestigio en entredicho para los mandamases. Un orgullo que defender en los campos más castizos.

Posibles travesuras del bombo

El abanico es tan amplio que recorre toda la península ibérica y parte de las islas que la rodean. Puede que a la Real se valga con coger un autobús comarcal para desplazarse a Tolosa o que tenga que subirse al avión rumbo Ceuta o Las
Palmas de Gran Canaria.

El camino hacia los dieciseisavos de final es variopinto. Y el bombo está capacitado para sorprender con alguna travesura. Por ejemplo, con emparejar a la Real con el Real
Murcia o el Castellón, los potenciales adversarios de mayor renombre. Hay boletos para que los recuerdos más desagradables quiten el hipo a cualquier txuri urdin: el Zamora y el Hospitalet, verdugos de dudoso honor en el pasado reciente, están en la lista de futuribles.

Hay viajes que son impertinentes, por la lejanía del hipotético destino. A la Real le puede tocar en suerte irse hasta Ceuta para visitar al equipo local o volar a Gran Canaria para jugar contra el Tamaraceite de Tercera División. Por contra, existen cruces susceptibles de profundizar en la carga simbólica, como sería jugar contra el Tolosa en Berazubi; contra la Peña
Azagresa navarra en cuya cantera entrena Aldeondo; o contra el Becerril palentino, equipo de una localidad de 750 habitantes, la más pequeña de la historia de la Copa. Sea como fuere, el partido para los de Imanol
Alguacil será a partido único y lejos de Anoeta.

Entre el Barcelona y Osasuna

Que la Real saldrá al campo como favorita sirve como atenuante y no como excusa para tomarse esta eliminatoria a título de trámite. Estos treintaidosavos de final se celebrarán entre el 17, 18 y 19 de diciembre, exactamente dentro de un mes. Después de que la Real reciba en Anoeta al Barcelona y antes de que cierre el año con la visita a Osasuna.

Antes de que entren en acción los dos guipuzcoanos de Primera, Real y Eibar, esta Copa ha empezado a coleccionar pasajes que en muchos rincones ya forman parte de la historia. Por ejemplo, en Tolosa. El cuadro urdiña escribió el miércoles una de sus páginas más significativas al apear al Pontellas y clasificarse para esta próxima ronda. El 1-0, obra de Jon
Elorza, que disparó el éxtasis en Berazubi, supone que los tolosarras se enfrenten dentro de un mes a cualquier de los siguientes equipos de Primera: Sevilla, Real Sociedad, Athletic, Getafe, Granada, Osasuna, Villarreal, Levante, Valladolid, Alavés, Eibar, Mallorca, Betis, Celta, Espanyol y Leganés. Es de perogrullo que algunos tienen más encanto que otros. En Berazubi imploran por cruzarse con Real o Athletic. El éxito está garantizado porque la cita será en el pueblo.

El Eibar, por su parte, aguarda el sorteo sin tanta imaginación. Le esperan los mismos rivales que a la Real, de modo que los de Mendilibar se tendrán que desplazar a un campo de Segunda B, Tercera o el de algún campeón regional. Buen momento para retomar el pulso del fútbol que tanto conocen. Su status actual les condecora como favoritos en esta eliminatoria.



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