Javi de Pedro (Viniegra de Abajo, 1973) sigue a la Real de forma pasional, como es él. Txuri urdin hasta la médula, disfruta como nadie viendo jugar a este equipo dirigido por Imanol Alguacil, que fue su compañero, y se indignó como todos con el penalti del Camp Nou. Ya visualiza a Oyarzabal o Illarra levantando la Copa del Rey en Sevilla.
¿Cómo está viendo a la Real?
La veo de lujo. Físicamente están como toros. El único partido que no me gustó fue el del Mirandés en Anoeta, porque estaban agarrotados. Pero en líneas generales, les veo muy bien, compactos, saben a lo que juegan y lo hacen de maravilla.
¿Cómo vivió lo sucedido en el Camp Nou?
Sigo quemado por lo que pasó. Vaya atraco nos metieron. Si ese penalti es contra el Real Madrid o el Atlético de Madrid en el minuto 80 no lo pita ni loco. ¿Cómo quieres que salte el chaval? ¿Con las manos atadas atrás? Tiene que saltar de alguna forma y coger impulso con las manos. Fue involuntario. Ese penalti se le pita a la Real, pero seguro que no se lo pitan al Madrid o al Barcelona.
¿Cómo lo vio?
Acabé muy quemado. Estaba viendo el partido con unos amigos y me fui para mi casa. Pero no por la Real, sino por el arbitraje. La Real estaba jugando muy bien.
Con ocasiones para ganar y todo…
Muchas ocasiones tuvo, pero hay que meterlas. Si no las metes y perdonas a estos equipos, ya sabes lo que pasa. Tienen una y te la enchufan.
¿Ve a la Real preparada para clasificarse para la Champions?
De momento, vamos a ganar la Copa. Hay que ir a por ella. Es un partido complicado, nada menos que un derbi. Pero el nivel de juego que está dando la Real es de Champions, sin duda.
¿Te gusta que la final de Copa sea contra el Athletic?
Me gusta que sea contra el Athletic porque si les ganamos voy a tener 20 años de cachondeo. Pero si perdemos, va a ser al contrario y voy a tener que aguantar 20 años yo también. Pero estoy muy confiado. Con el equipo que tenemos, lo vamos a pasar bien. En estos momentos, la Real es superior al Athletic. Pero ojo, que es a un partido y es muy complicado.
¿Es favorita?
Yo creo sí, que es favorita, pero es una final de Copa e influyen muchas cosas, como los nervios. Si salen con tranquilidad y juegan como lo están haciendo, la Real es favorita.
¿Le está gustando?
Mucho, mucho. Me falta Zuru, porque le tengo un especial aprecio. Es un crack que ha dado mucho por la Real y por Donostia. Pero ya volverá.
¿Quién es el que más le está convenciendo o sorprendiendo?
Zurutuza es mi preferido y luego Mikel Oyarzabal, aunque está un poco cansado porque no ha tenido vacaciones. Es normal. Mikel Merino me está encantando, pero ya le conocía cuando estaba en Osasuna, que ya era una máquina. La defensa está correctísima, el portero, bien. Imanol lo está haciendo muy bien, ha hecho una piña. ‘Once’ que saca, ‘once’ que da todo. Es importantísimo. Y Odegaard le da un plus. Tiene mucha calidad. Por eso es del Madrid. Hay que pensar que no estará dentro de año y medio y hay que aprovecharle para que enseñe a los que vienen de abajo.
¿Siente frustración por no haber podido jugar una final en la Real a pesar de jugar tantos años?
No. Jugué finales con la selección y creo que hice un gran trabajo en la Real. Me quedo satisfecho. La gente disfrutó conmigo. Ahora me toca disfrutarlo desde fuera porque sigo siendo de la Real, claro.
¿Va a ir a Sevilla?
Ojalá pueda, pero complicado. Aprovecho para decir que nadie más me mande ‘whatsapps’ para entradas porque no tengo. Ni hay ni puedo conseguirlas. No soy el taquillero de Anoeta. No tengo ni para mí. Me están quemando el móvil con las entradas.
¿En qué situación se encuentra ahora?
Estoy cerca de conseguir un nuevo trabajo como entrenador. Lo que más ilusión me hacía era China, porque me ofrecieron un proyecto muy interesante. Pero tal y como está la situación ahora, está complicado. Tenía una propuesta, que había que negociar, pero, de momento, nada. Hay varias opciones abiertas.
¿En el extranjero?
Sí y es lo que quiero. Pero no te puedo contar nada porque da mala suerte.
¿Cómo vivió la experiencia en La Rioja?
Difícil. Al final no teníamos jugadores. Aparecían a entrenar ocho o nueve. Teníamos que completar el equipo con juveniles y era muy difícil porque en La Rioja hay mucho nivel. Al final, me salió lo de China y salí de allí de mutuo acuerdo
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