Entrevista a Mikel Merino: "Me encanta competir cada tres días"

Entrevista a Mikel Merino: "Me encanta competir cada tres días"

Mikel Merino (Iruña, 1996) es de los mejores centrocampistas que hay, pero sería igual de bueno con un micrófono en la mano y comentando el fútbol porque lo ve, lo analiza y sabe contarlo. Con MD habla del presente, del futuro inmediato, de la selección, de sus compañeros y da muchas claves para entender esta Real tan ilusionante.

¿Qué balance hace del primer tramo de temporada?

Es un balance positivo. El equipo ha empezado bien. Siempre es importante el inicio de una temporada porque marca el camino y la dinámica que puedas seguir más adelante. A pesar de que no ha sido un inicio perfecto, hemos tenido rivales muy difíciles, hemos ido de menos a más y el equipo ya se va encontrando en la zona en la que quiere estar. Califico este inicio con buena nota.

Con lo sucedido, la lesión de Sadiq…¿han ido cambiando los objetivos?

No, no. Los objetivos no cambian. Tampoco ponemos unos objetivos clarísimos al principio de la temporada, porque sabemos cómo son las cosas y que al final la propia Liga te pone en tu sitio. Queremos ser el equipo que hemos sido durante todo este tiempo y si lo logramos, lo demás, las victorias y las clasificaciones, llegarán.

¿Ve que hay más rivales para clasificarse para Europa? ¿Va estar más caro?

Cada año está más caro. Hay equipos que no se han clasificado estos años y que tienen plantillas y el objetivo claro de clasificarse para Europa. Y cuando no lo consiguen, apuestan más fuerte al año siguiente, consiguen jugadores de más nivel, se gastan más dinero y montan plantillas incluso para Champions. Hay muchos equipos que en este inicio están dando un nivel muy alto y que seguro que van a estar ahí en la pelea y nos lo van a poner muy difícil.

¿Por ejemplo?

Todos los que están ahí arriba: Villarreal, Betis, Athletic, Valencia…Todos los que están cada año cerca de Europa han empezado muy bien. Luego eso hay que alargarlo a lo largo del año y ahí está la complicación.

¿La Real cómo está en cuanto a juego?

La Real está bien. Ha ido de menos a más. Estamos cogiendo el nivel y la dinámica que queremos y el engranaje va cogiendo forma poco a poco. Una lástima las lesiones que hemos tenido, porque nos han mermado la potencia que podíamos tener, pero el equipo está bien, está con ganas. La idea de juego sigue siendo la misma. Y la ambición también. Ojalá con las incorporaciones de los lesionados el equipo dé un pasito más todavía.

¿Las dos victorias hacen pensar que el objetivo ya puede ser quedar primeros de grupo?

Bueno. Por ahora estamos ahí y tenemos la intención de ganar todos los partidos. Hemos demostrado que somos capaces de competir contra todo el mundo. Este año queremos demostrar en Europa el nivel que tenemos y ser un equipo ganador y en las dos primeras jornadas lo hemos sido. Ahora nos quedan los dos partidos contra el Sheriff para seguir en esta dinámica. Intentar quedar primeros es lo más importante para nosotros. Ojalá podamos.

¿Qué se siente al ganar en Old Trafford?

Plenitud puede ser una palabra cercana a lo que se siente. Es muy bonito, es algo mágico. Es el ‘teatro de los sueños’, es un estadio emblemático en el que han pasado muchas cosas, que tiene mucha historia y nosotros hemos sido capaces de escribir una página más dentro de esa historia, con toda nuestra gente, en un debut en la Europa League, con mucha gente de la casa, muchos jóvenes. Fue muy bonito y se queda ahí. No hemos conseguido nada, no es nada palpable, pero sí que es algo que te da motivación para creértelo e ir hacia delante.

Merino posa con un balón en Zubieta

Luis M Unciti

Mirando al futuro, dice Imanol que viene un calendario “inhumano”, ¿le parece igual?

Sí, porque no sé si un humano va a ser capaz de soportar todos los minutos de todos los partidos que tenemos por delante. Son muchos partidos, es una temporada atípica por el Mundial; pero son muchos partidos para todos los que estamos jugando Europa. Intentaremos dar lo mejor, para eso tenemos una plantilla con jugadores que lo pueden hacer muy bien y lo van a hacer. Es ahora cuando debemos demostrar el buen equipo que somos, la buena plantilla que somos y la unión que hay en el vestuario, ser una piña porque habrá oportunidades para todos.

¿Ilusiona más que asusta?

A mí me ilusiona mucho. Es jugar al fútbol y es lo que nos gusta. A mí me encanta competir cada tres días. Es verdad que hay a veces que las piernas no van, que estás cansado, que te levantas el día del partido y todavía estás pensando en el anterior; pero es lo que hay. Es fútbol de élite, el fútbol de alto nivel. Cuando eres joven sueñas con ser como los mejores y nosotros estamos compitiendo esta temporada como los mejores, cada tres días. Llevamos tres años compitiendo así y esto es lo bonito del fútbol. Con ilusión.

¿Se aprende a competir cada tres días?

Sí. Te lo enseñan el tiempo y los partidos. En la primera e incluso en la segunda temporada, hay partidos en los que llegas y no sabes muy bien qué hacer, ahora tenemos un añito más de experiencia. Jugar cada tres días se ha convertido en algo más habitual, el cuerpo está más habituado, la cabeza también sabe lo que le espera, a lo que va a estar sometida.

¿Representa una decepción no estar ahora con la selección?

No lo calificaría como decepción. Siempre que hay una lista de convocados para la selección, estoy con el ojo puesto, mirando a ver si tengo la suerte de poder ir porque ya lo he probado y sé el sabor que tiene y me encanta. Es un síntoma que estás siendo uno de los mejores. Entiendo que hay un montón de jugadores que tienen un nivel altísimo y más en mi posición. Hay mucha competencia y se puede entender que el seleccionador apueste por otros que lo están haciendo igual de bien o mejor.

¿Le da vueltas?

Intentas pensar qué puedes hacer mejor, qué necesitas para llevar tu juego al siguiente nivel y conseguir ser uno de los que va habitualmente. Pero también lo hago aunque vaya o aunque no haya selección de por medio. Siempre intento mejorar y crecer. Es un continuo darle vueltas, ver partidos repetidos, ver qué hago bien y qué mal, llegar a casa y ver cómo estoy… Le doy vueltas, pero lo hago siempre con mi juego.

Entrevista a Mikel Merino, jugador de la Real Sociedad, en Zubieta

Entrevista a Mikel Merino, jugador de la Real Sociedad, en Zubieta

Luis M Unciti

¿Descarta ir al Mundial?

No se puede descartar porque es algo que está en el futuro y no sabes por dónde te va a llevar la vida. Nunca se puede descartar. El Mundial es un objetivo que imagino tenemos todos los jugadores españoles. Cada convocatoria está muy cara, pero no sabemos qué puede pasar. Lo tuyo es estar concentrado, hacer las cosas bien, currar y, si surge la posibilidad, aprovecharla. Ni me obsesiono con ello, ni lo descarto.

Muchos celebraron la llegada del 2 de septiembre con Merino en la plantilla, ¿cómo fue su verano?

Muy tranquilo. Lo he dicho muchas veces. Yo no soy de estar en continuo contacto con mis representantes, aunque haya rumores y portadas. He estado muy centrado preparando la temporada, este arranque liguero en el que cada vez me estoy encontrando mucho mejor.

¿Ha tenido alguna opción, alguna oferta, alguna llamada?

No.

¿Cómo se tomó la salida de Isak?

Me pilló por sorpresa. A mí y a todos, me imagino, porque fue en los últimos días de mercado y por unas cifras muy altas en las que ninguno pensábamos que podía pasar. Así es el fútbol, te lo tomas con naturalidad, con normalidad. Siempre es duro y difícil ver salir a un compañero con el que has compartido cosas bonitas y sobre todo una pieza tan fundamental como era Alex para nosotros. Pero el equipo trabaja para no depender de un solo jugador, para ser una máquina con distintas partes y que todas aporten. Es un mérito de Imanol hacer que el equipo responda igual de bien falte quien falte.

¿Le llamó para pedirle consejo sobre el Newcastle, donde usted estuvo?

Cuando hubo rumores hace no sé cuánto tiempo, sí que bromeamos y le dije: ‘Oye, lo que necesites, te digo’. Y ahora se va para allá. Y le volví a decir: ‘Lo que necesites, te pongo en contacto con la gente que tengas que ponerte, te digo los restaurantes y los sitios donde tienes que ir…’. Va a un sitio espectacular, donde le van a tratar genial, son unos locos del fútbol. Seguro que ya están enamorados de él, además ha empezado muy bien, marcando goles. Va a estar a gusto seguro.

Tiene contrato hasta 2025, como Zubimendi, ¿está negociando también su ampliación?

No, la verdad es que no. Queda mucho tiempo, hay muchos años por delante y tengo un contrato que me vincula a la Real mucho tiempo, así es que estoy tranquilo.

Alguna vez ha dicho que se siente cómodo en el rol de líder y llevando el brazalete de capitán, ¿qué supone esto para usted?

Significa más que llevar un brazalete, por la idea que tienen el club y la ciudad y la unión que hay. No es sólo llevar un brazalete, representas muchas cosas. Aquí siempre ha sido gente de la casa la que ha llevado el brazalete en un tierra que está muy arraigada al club, jugadores muy de aquí. Para mí es algo bonito e importante ser el capitán y sentirme parte de esto. Intento hacerlo con la mejor de mis versiones y sabiendo la repercusión que tiene.

¿No es ‘muy de aquí’ ya?

Es que somos parecidos los navarros y los guipuzcoanos. Tenemos muchas cosa similares. Me siento muy de aquí porque me han acogido muy bien desde el principio y me encanta la ciudad, me encanta la mentalidad de la gente, lo simpáticos que son todos conmigo, lo bien que me han cuidado y me recuerda mucho a mi casa. Desde que llegué, me sentí muy identificado con la mentalidad y la ideología del club y de la gente, con los jóvenes. Me siento parte de este proyecto.

¿Cree que puede ser otra temporada pródiga en alegrías?

Ojalá. La cosa de las temporadas que pueden terminar así es que no se empiezan pensando en eso. Se suelen empezar con los pies en el suelo y con una mentalidad ambiciosa en el día a día. Así es como empezamos la temporada en la que ganamos la Copa así es como hemos empezado Europa y así empezamos ésta, con el objetivo claro de mejorar lo que hemos hecho hasta ahora y con, ojalá, un final feliz, haciendo historia, pero sin obsesionarnos con eso.




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