Enzo Pérez: el chico "nómade" de la vida que debe mucho al técnico rival


Enzo Pérez se volvió, a sus 33 años, una pieza fundamental de River Plate, que confía en sus quites, en sus pases y en su espíritu “nómade” para ganar la Copa Libertadores este sábado al Flamengo en Lima.



Por ironías de la vida, el equipo que este sábado tendrá como rival el River Plate, Flamengo, tiene en su banquillo a un entrenador que fue determinante para la carrera de Pérez.

La historia del argentino comenzó a describirla él mismo así…

En octubre de este año, el excentrocampista del Valencia reveló en una entrevista con el diario La Nación que durante su niñez tuvo que cambiar varias veces de casa por la falta de dinero.

“No fue fácil. Estábamos tres meses en una casa, cuatro meses en otra, éramos nómades. Se terminaba la plata para el alquiler, entonces mi viejo hablaba con algún conocido y le pedía que lo aguantara un tiempo hasta que consiguiera trabajo. Mi viejo era albañil”, explicó.

“Una vez le dieron una obra grande en un barrio y ahí vivimos en una buena casa, pero en cuanto terminó la obra, afuera. En una época vivimos en un garaje, con los colchones, la mesa, la garrafa para cocinar. Para bañarnos le teníamos que pedir el baño a la gente que vivía en la casa”, añadió.

Ya como futbolista, Pérez también cambió varias veces de posición. Fue volante por la derecha, enganche y centrocampista ofensivo.

Ahora, se destaca como el único centrocampista defensivo de un medio campo ofensivo.

“Le agarré la mano. La del número 5 es una posición difícil, es clave el conocimiento con el otro. Lo bueno de jugar de 5 solo es que tenés toda la cancha de frente”, explicó.

El entrenador que lo convenció de abandonar las bandas para jugar por el centro fue el portugués Jorge Jesús, que lo dirigió en el Benfica.

“Yo no quería saber nada, no me veía ahí, pero me dijo: “Quédate tranquilo, vamos a practicar, te voy a mostrar videos, haremos ejercicio después de hora”.

Terminé siendo elegido el mejor futbolista del año (2014), tenía razón Jorge Jesús. Es un monstruo tácticamente”, dijo Pérez.

Jesús es ahora entrenador del Flamengo. Una suerte de ‘enemigo íntimo’.

Enzo Pérez debutó en Godoy Cruz de Mendoza el 28 de agosto 2004 en la Segunda División.

Luego pasó por Estudiantes de La Plata, el Benfica y el Valencia hasta que en 2017 cumplió “su sueño” de jugar en River Plate, el club del que es hincha.

El centrocampista fue campeón en Portugal, jugó en la Liga española y disputó con Argentina los Mundiales de Brasil 2014 y Rusia 2018.

En las filas del club que ama, Pérez se consagró campeón de la Copa Libertadores de 2018 al vencer en la final a Boca Juniors y de la Recopa Sudamericana de 2019 al superar al Athletico Paranaense.

Como si fuera poco, ganó la Libertadores de 2009 con Estudiantes de La Plata.

Su presencia en la final de este sábado estuvo en duda porque el 14 de diciembre sufrió un esguince en el hombro izquierdo.Sin embargo, realizó las sesiones de kinesiología correspondientes y, si no hay sorpresas, será titular ante el Flamengo.

Pérez suele jugar en el centro del campo con Ignacio
Fernández, Exequiel
Palacios y el uruguayo Nicolás de la Cruz, que piensan más en la portería rival que en la propia.

La función del exjugador del Valencia es recuperar la pelota y colaborar en la transición de la defensa al ataque con pases cortos y precisos a los jugadores más ofensivos.

Su padre, también fanático de River Plate, le puso Enzo en honor al exdelantero uruguayo e ídolo del club Enzo
Francescoli, que ahora es director deportivo del Millonario.

Enzo Pérez hizo lo mismo con su primogénito: Enzo Santiago Pérez, que nació el 15 de julio de 2009, el día que ganó su primera Libertadores con Estudiantes de La Plata.

“Fue uno y uno: ella (su pareja) le puso Santiago por su abuelo y yo Enzo. Por Francescoli, obviamente, no por mí, eh”,


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