“Para nosotros es negativo jugar sin público. Necesitamos el empuje, las alas, la fuerza, todo lo que nos da el público”. Mañana será la primera vez que el RETAbet Bilbao Basket dispute un partido oficial en Miribilla sin el aliento de su marea negra. Enfrente estará el Iberostar Tenerife. Alex Mumbrú entiende que todos los clubes están “en la misma situación”, de modo que no queda otra que “acostumbrarse”.
“Te engañaría si te dijera que nos sentimos a gusto jugando. Nos sentimos a gusto entrenando sin público, jugando partidos nos gusta hacerlo con gente”, manifestó el técnico en sala de prensa. Una experiencia nueva para los hombres de negro: “No hay ningún sitio en el que mirar cómo vamos a reaccionar a eso”. Lo que tiene claro es que les resta. “En Miribilla, con público, somos un equipo difícil de batir”, añadió. Incidió en la “la dureza mental” para saber gestionar momentos determinados de los encuentros.
Sin ruido desde la grada y con la resonancia de los pabellones, se escucha todo. Una sensación rara. “Si das voces, te oye el otro banquillo. Si el jugador se dirige al árbitro se oye todo. Cualquier sistema que puedas decir, hace años que se dejaron de hacer con señas y se hacen con voz, también se escuchan y en un partido normal casi no oyes”, explicó Mumbrú.
Aspectos “con los que hay que convivir” en estos tiempos de pandemia: “Todo el mundo habla de la nueva normalidad y la nueva normalidad dentro del baloncesto es esta: asumir que se escucha todo, que no hay afición, que los tiempos muertos se oyen, que hay mucho más control de lo que está pasando dentro del juego”.
Partiendo de esa base y respetando todo, al de Barcelona hay detalles que le escaman: “Sin desmerecer lo otro, es extraño que pueda haber un concierto y vayan 5.000 o 6.000 personas a Miribilla, con un 50% de aforo, pero que no puedan venir al campo -a un partido-”. Mumbrú puso otro ejemplo vivido en primera persona en el viaje a Canarias de la pasada jornada para medirse al Herbalife. “Estuvimos sentados unos al lado de otros en el avión, sin un metro de distancia, y aquí no puede hacer ni el 50% del aforo con un asiento sí, un asiento no. No sabes si es por sanidad pública o es algo económico”, expresó.
El míster considera que, con un protocolo importante de salud, “estaría bien que la gente pudiera venir” porque es un elemento vital: “Nosotros jugamos para la gente. Es importante que cuanto antes puedan venir, sea al 20, al 30 o al 50%, el porcentaje que pueda ser para que haya una seguridad”.
Mumbrú no es ajeno a que ciudades “están cerrando” y no pretendió “dar clases de cómo hay que hacer las cosas”, solo transmitió su opinión experimentada como hombre de baloncesto. “El deporte tiene que luchar para que haya público porque es importante. El deporte por televisión es muy bonito, te enteras de muchas cosas, pero no es lo mismo verlo que vivirlo”, apuntó el preparador.
Tres duelos se aplazaron en la primera jornada y hoy le ha tocado al Valencia-Andorra por la detección de dos positivos en el bando visitante. “Nos tenemos que acostumbrar”, asumió Mumbrú con resignación. “A nosotros nos va a tocar en algún momento y jugar al día siguiente”. Por ello volvió a hacer hincapié en “la dureza mental que hay que tener durante esta atípica temporada” para que la afección sea la mínima posible: “Vamos a tener que sufrir en muchos momentos y debemos intentar sobreponernos”.
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