Escocia, de vuelta 23 años después, debuta ante la República Checa

Llegó el día soñado para Andy Robertson, capitán de Escocia, y para todos sus compañeros: el del debut en la Eurocopa en Hampden Park contra la República Checa. No en vano hace 23 años que la selección escocesa no juega la fase final de una gran torneo, desde el Mundial de Francia 1998.

Steve Clarke, seleccionador de Escocia, afirmó este domingo que, lejos de suponer una presión para sus jugadores, esta larga ausencia les dará libertad para jugar a su mejor nivel. “Lo hemos hecho bien para llegar hasta aquí y ahora intentaremos superar la fase de grupos. Sería la primera vez para la selección masculina”, dijo Clarke.

Escocia nunca ha superado la primera fase de una Eurocopa ni de un Mundial. Tras eliminar a Serbia en la repesca, la afición escocesa sueña. “Tenemos que mantener nuestras emociones bajo control”, afirmó el técnico, quien confía en la experiencia europea de Robertson, Billy Gilmour o Scott McTominay.

Robertson, lateral del Liverpool y capitán de Escocia, espera que en las escuelas “dejen a los niños presenciar este partido, que pueda disfrutarlo todo el país” y tiene claro que, sea quien sea el campeón, “en esta Eurocopa los héroes serán los jugadores de Dinamarca” por su reacción al sufrir su compañero Eriksen un paro cardiaco.

Los checos, que no se clasificaron para el Mundial 2018, también quieren dar alegrías a su afición, Jaroslav Silhavy, su seleccionador, confía en la gran forma de Tomas Soucek, protagonista de una gran temporada con el West Ham.

Silhavy dijo que “habrá fair play” pese al episodio de su defensa Ondrej Kudela, que se pierde la Eurocopa a raíz de una sanción de 10 partidos por su conducta racista hacia Glen Kamara (Rangers) en un partido de Europa League entre el Slavia y dicho equipo escoce. Inglaterra y Croacia son los otros componentes de este grupo D.