Fran Escribá llegó el pasado mes de marzo a Vigo cuando el Real Club Celta, rival el domingo del Athletic, atravesaba una complicada situación en la tabla. El conjunto de Balaídos acababa de perder en la 26ª jornada de la campaña anterior en Ipurua por 1-0 ante el Eibar con un tanto en los minutos finales de Sergi Enrich. Aquel resultado dejaba al equipo olívico justo por encima del descenso, con dos puntos más que el Villarreal y el Rayo Vallecano y tres más que el Huesca. En aquella situación, la directiva viguesa optó por hacer el segundo relevo de la temporada en su banquillo y puso punto final a la etapa del técnico portugués Miguel Cardoso, que en la 13ª jornada había tomado el testigo de Antonio Mohamed.
Escribá debutaría en la 27ª jornada con una derrota en Vigo frente al Betis por 0-1, que colocaría al Celta en la zona de descenso y repitió derrota en su siguiente partido, saldado con un 2-0 en el Santiago Bernabéu frente al Real Madrid. El preparador valenciano tenía diez jornadas por delante para sacar al equipo de los tres últimos puestos y lo consiguió. Ganó cuatro partidos, empató otros cuatro y perdió dos, sus visitas al Atlético de Madrid (2-0) y al Athletic (3-1). Pese a esa derrota en San Mamés, en la penúltima jornada, el resto de resultados del día beneficiaron al Celta, que selló su permanencia sin esperar al último duelo.
Con el reto de la salvación conseguido, Escribá se ganó una renovación por dos temporadas y en Vigo se pusieron manos a la obra para renovar el plantel y dar un salto de calidad que permitiera olvidar los sufrimientos del último ejercicio. Por nombres, parecía que el Celta lo había conseguido, pero el proyecto no termina de arrancar y el preparador valenciano ya es discutido por la afición celtiña, por lo que afronta una final en el partido del domingo frente al Athletic. Un mal resultado podría poner punto final a su periodo al frente del equipo celeste.
Tres nombres destacan en la lista de refuerzos del verano en Balaídos: Denis Suárez, Santi Mina y Rafinha, los tres con pasado celeste. El delantero regresaba desde el Valencia, mientras que el extremo y el mediocentro volvían a Vigo procedentes del Barcelona. Además, el defensa central Joseph Aidoo, procedente del Genk belga, el mediocentro senegalés Pape Cheikh, cedido por el Lyon, y el joven defensa canario Jorge Sáenz, cedido por el Valencia completan la lista de refuerzos, a los que se une el delantero uruguayo Gabriel Fernández, que en la segunda vuelta de la pasada campaña estuvo cedido en el Peñarol de Montevideo.
Con esos mimbres, los resultados no terminan de llegar. De los siete partidos disputados en la presente Liga, solo uno ha acabado en triunfo para el Celta, el disputado en la segunda jornada ante el Valencia que por entonces dirigía Marcelino. Un solitario tanto de Gabriel Fernández a los 15 minutos bastó para superar al cuadro che en un duelo en el que Denis Suárez falló un penalti en el tiempo de prolongación.
El calendario tampoco ha sido una migo para el cuadro de Escribá, que en las cinco primeras jornadas se ha medido a Real Madrid, Valencia, Sevilla y Atlético de Madrid. Otro resultado positivo para los vigueses es la igualada sin goles en el Wanda Metropolitano ante el Atlético de Madrid. También sumó en su visita al Sánchez Pizjuán, donde un gol de Denis Suárez le valió un punto en los minutos finales. El otro punto llegó en la jornada intersemanal, en su último duelo en casa ante el Espanyol, cuando Santi Mina evitaba la derrota con un gol en la última jugada. De Balaídos habían salido antes victoriosos el Real Madrid (1-3) y el Granada (0-2). En el duelo ante los andaluces, el Celta se quedó con dos jugadores menos antes de la media hora. El domingo, en Eibar, sufrió la primera derrota (2-0) fuera de casa esta temporada.
En siete jornada ha anotado cuatro dianas, una del joven Losada, y las referidas de Gabriel Fernández, Denis Suárez y Santi Mina. Ningún jugador celeste ha repetido la suerte del gol y Iago Aspas, su principal referencia en ataque de las últimas campañas, todavía no se ha estrenado. En Ipurua dispuso de un penalti para hacerlo, pero lo erró en el minuto 94.
Estos datos, que sitúan al Celta justo por encima del descenso con seis puntos, más las malas sensaciones del equipo en los últimos encuentros, con muy pocas oportunidades de gol, ponen en tela de juicio el proyecto Escribá, que el domingo se la jugará frente al Athletic.
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