España nunca ha logrado una victoria en un partido de Mundial femenino de fútbol. La sentencia puede parecer dramática, pero la realidad es que hace pocos años esta práctica era simplemente amateur y que en la pasada edición, en el Mundial de Canadá’2015, no se ganó ni un solo partido.
El panorama ha cambiado mucho desde entonces. Ahora las de Jorge Vilda se plantan en esta cita como un equipo respetado, que se ha preparado a conciencia y que llega con los deberes hechos.
España debuta hoy en el Mundial ante Sudáfrica (18h/Gol TV) en el modernísimo Stade Océane de Le Havre en busca de ese primer triunfo que implique dar un nuevo paso adelante.“No tengáis duda de que ante un escenario como el que nos vamos a encontrar, las jugadoras van a dar un paso adelante como han estado haciendo estos últimos años”, avisaba Vilda en la previa del partido.
No se sienten favoritas
El seleccionador es consciente de que Sudáfrica, un equipo debutante y al que nunca antes se han enfrentado, es a priori el rival más asequible en esta primera fase en comparación con Alemania y China, aunque elude el favoritismo: “Nos enfrentamos a una selección muy bien trabajada, con jugadoras muy rápidas como Kgatlana (la dorsal 11), seguramente la más rápida del torneo. Queremos mostrar la mejor versión de España. Si lo hacemos podremos ganar”.
Si la clave va a ser ofrecer la mejor versión, ello pasa por seguir siendo fieles al estilo que identifica a España y que les ha llevado al Mundial siendo el único capaz de haber ganado los ocho partidos de clasificación. Así de claro lo tiene el técnico: “Nuestra filosofía de juego es reconocible y ahora no es el momento de cambiar, aunque sí se pueden haber retoques en función de los rivales”, destacaba Vilda. “Uno de nuestros propósitos es hacer que los rivales se sientan incómodos. Hemos desdibujado a muchas selecciones. Somos un equipo que puede jugar muy bien a fútbol”, añadía.
Sudáfrica destaca por su potencial físico y por la envergadura y rapidez de sus jugadoras. Pese a que afronta su primer Mundial, será un contrincante que va a exigir el máximo a las españolas. Ellas se sienten preparadas en el plano físico y mental. “La mayoría ya hemos jugado finales de Liga, de Champions o de Mundiales en categorías inferiores y los nervios de la noche previa ya los sabemos gestionar. El lema es disfrutar y dar todo lo que tenemos, que es mucho”, apuntaba Irene Paredes (PSG), una de las capitanas.
Todo está listo para el esperanzador debut mundialista de España. El Stade Océane, de intenso color azul para emular al océano, se ha vestido de gala para la ocasión. Se esperan más de 13.000 aficionados, una buena entrada para un aforo total de 25.178 personas.
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