España, un bloque sólido que se abona a los intangibles

España, un bloque sólido que se abona a los intangibles

Pocos minutos después de la memorable victoria de la selección española ante Lituania (102-94) en los octavos de final del Europeo de baloncesto, la cuenta oficial de Twitter del campeonato publicaba una adaptación de la mítica cita del exfutbolista inglés Gary Lineker: “El baloncesto es un juego simple. Diez hombres persiguen un balón durante 40 (45) minutos y al final siempre gana España”.

Una sentencia que define a la perfección en lo que se ha convertido la selección española de baloncesto, que por vigésima primera vez consecutiva disputará unos cuartos de final de un campeonato de Europa, superando así la marca que fijó la antigua Unión Soviética (20).

Y esta es quizá la clasificación más inesperada. La campeona del mundo llegaba a este Eurobasket como un equipo en transición. Sin estrellas, muchos jóvenes y con Rudy Fernández y los hermanos Hernangómez como únicas voces de la experiencia en una plantilla con nueve debutantes en un torneo continental.

Pocos apostaban por España en el cruce de octavos contra la Lituania comandada por los pívots de la NBA Jonas Valanciunas y Domantas Sabonis. España lo volvió a hacer contra todo pronóstico.

La pizarra de Sergio Scariolo, la explosión del base nacionalizado ‘express’ Lorenzo Brown con 28 puntos -doce de ellos en la prórroga-, el pundonor de los hermanos Hernangómez en la zona, la experiencia de Rudy Fernández y la defensa de Alberto Díaz, que a pocos días del inicio del campeonato sustituyó al lesionado Sergio Llull, fueron algunos de los nombres propios de la victoria contra los bálticos.

Pero intangibles como el peso de la camiseta también influyeron. “Una vez más, España ha demostrado que sabe jugar los partidos importantes”, dijo tras la derrota el lituano Mindaugas Kuzminskas.

La historia reciente da la razón al alero báltico. La campeona del mundo encadena seis Europeos colgándose un metal. La última vez que no ganó una medalla en un Eurobasket se remonta al año 2005. Además, hace 25 años que no cae en la primera eliminatoria de un campeonato de Europa.

Un periodo exitoso que ha coincidido con la eclosión de la denominada ‘generación de oro’ con los hermanos Gasol, Juan Carlos Navarro, Ricky Rubio o Rudy Fernández como grandes referentes.

Pero en el presente Europeo, los hermanos Hernangómez y Rudy, un puntal tanto dentro como fuera de la pista para los jóvenes, son los únicos supervivientes de la selección que en el año 2019 se colgó el oro en el Mundial de China para sorpresa de muchos.

La unidad del grupo, según repiten en el vestuario español, es una de las claves. Los jóvenes se han contagiado de la competitividad de los veteranos.

“Es lo que nos han transmitido los veteranos durante todos estos años. Es lo que es el deporte español: energía, garra, intensidad. Y es lo que nos diferencia de otros países”, resumía el joven pívot Usman Garuba tras el triunfo contra Lituania.

Incluso el estadounidense Lorenzo Brown, el último en aterrizar en la selección, parece ser uno más del grupo a pesar de la polémica que rodeó su nacionalización de última hora. Contra el equipo báltico, el base de Maccabi de Tel Aviv fue la referencia ofensiva, el jugador al que no le quemó el balón en los momentos decisivos. “Realmente esto es una familia”, sentenció tras su exhibición.

Y el padre de la misma es Sergio Scariolo. Su talento táctico es indiscutible. Este sábado en el Mercedes-Benz Arena de Berlín desorientó a su homólogo lituano alternando una defensa zonal que ahogó el juego interior de su rival. Prueba de ello es que el muro de los New Orleans Pelicans Jonas Valanciunas navegó a la deriva en la pintura.

El técnico italiano ordena a un equipo que, ya sea en la abundancia de talento o en un momento de transición, compite en el parqué como aquella selección de fútbol a la que se refería Lineker: “El fútbol es un deporte en el que juegan 11 contra once y siempre gana Alemania“. 




Source link