Espanyol y Oviedo firman un empate agridulce

No sucede habitualmente, porque siempre hay uno que quiere más y otro que lo da por bueno al partir como inferior sobre el papel, pero en ocasiones se da que un partido de fútbol finaliza con un empate que sin acabar de dejar descontentos a ambos contrincantes, tampoco es completamente del agrado de ninguno. Precisamente esto es lo que aconteció este viernes en el RCDE Stadium con Espanyol y Oviedo firmando tablas (1-1) de forma agridulce. Porque antes del pitido inicial el Espanyol no se conformaba con otra cosa que no fuese ganar, pero habiendo jugado casi una hora en inferioridad numérica, bueno es un punto. Y el Oviedo firmaba regresar a Asturias habiendo esquivado la derrota, pero a la vez desaprovechó una buena oportunidad de lograr un premio todavía mayor.

El primero en golpear fue el Espanyol. Formó en el ‘once’ titular Raúl De Tomás, duda hasta última hora por los problemas de rodilla que le dejaron fuera del partido ante el Sporting la semana pasada, y resultó determinante en la jugada del 1-0. Suyo fue el seco disparo desde la frontal del área que no pudo atajar Femenías, y Óscar Melendo, de nuevo titular, estuvo atento para cazar el rechazo y empujar el balón a la red. Pasó en el minuto 9 de partido y fue el segundo tanto de Melendo en lo que va de temporada tras marcar en la jornada inaugural ante el Albacete.

Con ventaja en el marcador, por aquello de inevitablemente caer en la relajación y porque el Oviedo se puso las pilas, el Espanyol perdió una marcha de las que había metido en un inicio más que notable. Y en el 36’ una desafortunada entrada de Dídac Vilà a Juanjo hizo que los de Vicente Moreno se quedasen con 10. Enseñó tarjeta amarilla el árbitro en primera instancia, pero tras revisar la acción en el VAR decidió mostrar la roja al lateral izquierdo perico.

Llegó el descanso y Vicente Moreno introdujo a Calero por Embarba, posicionó a Cabrera como lateral izquierdo, y el Espanyol pasó a jugar con un 4-3-2 en árbol como medida de protección.

En cuanto al Oviedo, Ziganda apenas alteró su plan, fiel al 4-4-2 con el que había iniciado la contienda, pero sí resultó determinante uno de los movimientos del técnico en cuanto a las permutas realizadas. Nahuel fue uno de los que entró cuando se llevaban jugados 20 minutos de la segunda mitad, y apenas dos más tarde se sacó de la manga un zapatazo a 30 metros de portería que le quitó las telarañas a una de las escuadras del marco defendido por Diego López.

De ahí hasta el final, ya con un 1-1 en el marcador, Espanyol y Oviedo fueron presos del quiero y no puedo propiciando que el tanteo en el marcador no se moviera más.

Tras este empate, el Espanyol podría finalizar la jornada fuera de la zona de ascenso directo. Le arrebataría esa segunda plaza el Almería si logra este domingo los tres puntos ante el Girona en Montilivi. El Oviedo, por su parte, continúa afianzándose en la zona cómoda tras sumar 8 de los últimos 12 posibles puntos.

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