Esponja de baño ¿cada cuánto se debe cambiar?

Nuestra salud también pasa por la limpieza e higiene personal y de los objetos que tenemos en casa. De hecho, a menudo tendemos a olvidar que las esponjas de ducha también deben cambiarse de vez en cuando dado que pensamos que al usarlas a diario con jabón, estas ya se suelen quedar limpias y por ello, que tienen una vista bastante larga, pero lo cierto es que no es así. Dependiendo del tipo de esponja de baño que uses esta se tiene que cambiar con mayor o menor frecuencia pero ¿cuándo exactamente?.

Esponja de baño ¿cada cuánto cambiar?

No solo las esponjas de la cocina o las que usamos para limpiar el baño se deben cambiar, sino también las esponjas que usamos para ducharnos. Después de su uso, al permanecer húmedas durante varias horas antes de secarse por completo, pueden convertirse en receptáculo de gérmenes y bacterias.

Por eso, además de la limpieza regular de la esponja de ducha, también debemos cambiarla con cierta frecuencia para no encontrarnos con infecciones u otras situaciones desagradables dado que su condición húmeda hace que sea ideal para el desarrollo y proliferación de mohos, microbios y bacterias.

El riesgo con las esponjas de baño

De hecho cuando nos duchamos frotamos la esponja sobre la piel, por lo que por su naturaleza recoge la piel muerta y toda la suciedad , grasa y cualquier otra cosa que tengamos acumulada en el cuerpo.

Una vez que hemos terminado de ducharnos , dejamos la esponja en el baño, quizás colgada, pero siempre húmeda, en un ambiente también más cálido y húmedo que en otras zonas de la casa. Entonces, los microbios y los gérmenes comienzan a proliferar en la esponja. ¿Cómo evitar esto?

Conservar y cambiar la esponja

Si la esponja es nueva tendremos que higienizarla de vez en cuando, esto quiere decir que podemos utilizar algún ingrediente natural como el vinagre o el bicarbonato. Ponemos nuestra esponja a remojar en agua caliente y vinagre o bicarbonato durante unos diez minutos y luego la enjuagamos. Por otro lado, si cogieras la esponja tras ducharte y la secaras al sol, podrías acabar también rápidamente con todas las bacterias y gérmenes acumulados.

Y en el caso de que sea una esponja que ya tiene varias semanas debes cambiarla. Si se trata de una esponja  vegetal de plástico, puedes cambiarla al mes o mes y medio. En cambio si es una esponja marina natural es mejor que no dejes pasar más de tres o cuatro semanas antes de cambiarla.

En el caso de que no la cambies o se te pase el tiempo que hace que la tienes debes tener en cuenta si tal vez notas que ya está rota, gastada, o que incluso tiene alguna que otra mancha. Si es así, mejor que la tires de inmediato.


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