Un tanque M1A1 AbramsROMEO GACAD (AFP)
Estados Unidos tiene prisa por entregar el armamento prometido a Ucrania, ante la perspectiva de que la guerra esté a punto de entrar en una nueva fase de duros combates. Los misiles Patriot que Washington había anunciado llegarán “en un plazo acelerado”, ha confirmado un portavoz del Pentágono este martes. Ese armamento podría estar disponible en cuestión de semanas. La entrega de sus tanques Abrams también se adelantará, según el Departamento de Defensa, y las primeras unidades quedarán en manos de Kiev este mismo otoño, cerca de un año antes de lo que se había calculado inicialmente.
La Casa Blanca había anunciado en enero el envío de 31 tanques M1A2 Abrams a Kiev. Un gesto que llegaba después de meses de reticencias. La recomendación inicial del Pentágono había sido desfavorable: fabricar esos vehículos iba a ser un proceso largo; trasladarlos iba a ser complicado, y mantenerlos y manejarlos, una dura prueba para el ejército ucranio, que no está entrenado en su uso. Los M1A2 Abrams se alimentan de keroseno para aviones en lugar del diésel de los Leopard alemanes y otros modelos con los que los soldados ucranios sí están familiarizados. Las previsiones calculaban que el Gobierno del presidente Volodímir Zelenski no podría contar con ese armamento hasta finales de 2024 en el mejor de los casos.
Finalmente, la Administración Biden optó por dar luz verde al suministro al mismo tiempo que Alemania anunciaba su visto bueno al envío de sus Leopard, también tras meses de resistencia por temor a desencadenar duras represalias de Rusia en territorio ucranio.
Ahora el Pentágono ha variado sus planes de enero para adelantarlos. Ha renunciado a esperar a los M1A2: las fuerzas estadounidenses sostienen que no tienen excedentes en sus arsenales, por lo que habría que ensamblarlos nuevos, un proceso que requeriría tiempo. Su fabricante, General Dynamics, produce unas doce unidades al mes y hay lista de espera. Por tanto, el Departamento de Defensa optará por enviar otra variante del Abrams, el M1A1. Este modelo más antiguo utiliza combustible diésel, lo que lo haría más fácil de manejar y mantener para los soldados ucranios. Y otra clave: sí hay vehículos de este tipo disponibles en los inventarios militares de EE UU.
La idea es, según ha explicado en rueda de prensa el portavoz del Pentágono Pat Ryder, remozar esas unidades para “dejarlas listas para la batalla”. Los tanques podrían quedar listos para su entrega este mismo otoño; mientras tanto, el ejército estadounidense formará a los militares ucranios en el manejo de esta “significativa capacidad de combate”, de tal modo que para cuando se reciban esos vehículos ya hayan completado su adiestramiento.
“Desde que lanzamos el anuncio (original), hemos estado comprometidos con la búsqueda de opciones para entregar este equipamiento blindado lo antes posible. Tras estudiar y valorar con Ucrania qué era lo mejor, el Departamento de Defensa ha optado por suministrar el modelo M1A1″, ha precisado Ryder. El modelo más antiguo contará con el mismo armamento que el más moderno, un cañón de 120 milímetros y un mortero del calibre .50, ha agregado el portavoz.
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Como ya estaba previsto, los fondos para comprar y remozar los tanques provendrán de un mecanismo conocido como Iniciativa de Asistencia a la Seguridad de Ucrania (USAI), que permite a la Administración Biden adquirir material para Kiev directamente a los fabricantes, en lugar de obtenerlo de los almacenes militares estadounidenses.
Además, el Pentágono “está comprometido a acelerar tanto como pueda” la entrega del sistema de misiles Patriot a las autoridades ucranias. Ryder no quiso precisar plazos, en este caso, aunque podría tratarse de semanas. Un contingente de 65 militares del país atacado se encuentra en la base militar estadounidense de Fort Sill, en Oklahoma, desde enero para familiarizarse con el uso de esas baterías.
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