Estados Unidos ganó en las gradas y en los restaurantes

Estados Unidos ganó en las gradas y en los restaurantes

La marea estadounidense, que no norteamericana ya que Canadá también juega el Mundial, llegó al estadio haciéndose notar. Con tambores, banderas, rostros pintados, sombreros, disfraces y camisetas con cuatro estrellas de campeonas del mundo llegaron en pelotón.

Al entrar dentro del estadio, los bares tenían largas colas para pedir la comida que acompañaría durante el partido y que serviría también para calentar el estómago. “Esta ciudad es más fría que Auckland”, decían estadounidenses que hasta ahora no habían visitado Wellington porque su selección jugó en la ciudad del norte.

La capital de Nueva Zelanda es conocida por ser la ‘wild wet Wellington wind’. El viento que sopla lo hace con una fuerza salvaje y es húmedo, de manera que da una sensación térmica menor.

Aun así, la mayoría de los estadounidenses pedían para beber sobre todo ‘coke’ (Coca-Cola en España). Los más mayores, puede que alguna que otra cerveza.

Lo que estaba claro era que no querían ninguna bebida caliente. Ni cafés, ni tés, ni infusiones o chocolate; sino refrescos.

También un ‘hot dog’ con la bandera de España formada por las diferentes salsas, alitas de pollo o una hamburguesa con diferentes salsas. Lo ‘typical american’.

Llegados al asiento del Sky Stadium, el himno de los Estados Unidos retumbó. La mayoría de los más de 27.000 espectadores cantaron el himno de su país a pleno pulmón y con el puño en el corazón, aplaudiendo efusivamente al terminar la melodía.

Durante el partido: “U. (tambor) S. (tambor) A. (tambor)” y con este bucle se intensificaba el ritmo del cántico. Solo gritaron estas tres letras, pero las combinaban con ritmos diferentes.

Pero pese a la poca originalidad buscando cánticos, la afición fue de diez y selecciones con este público, como la de USA, son las que acaban ganando mundiales.




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