Estados Unidos superó el viernes las 700 mil muertes relacionadas con el coronavirus, según un recuento de Reuters, mientras los funcionarios implementan dosis de refuerzo de vacunas para proteger a los ancianos y a las personas que trabajan en profesiones de alto riesgo.
El país reportó un promedio de más de 2 mil muertes diarias durante la semana pasada, lo que representa alrededor del 60% del pico de muertes en enero, de acuerdo con un análisis de Reuters de datos de salud pública.
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Estados Unidos todavía lidera el mundo en casos y muertes por Covid-19, representando el 19% y el 14% de todas las infecciones y muertes reportadas, según el recuento de Reuters. A nivel mundial, se prevé que la pandemia supere los 5 millones de muertes.
La variante Delta altamente transmisible ha impulsado un aumento en los casos de Covid-19 que alcanzó su punto máximo a mediados de septiembre, antes de caer al nivel actual de alrededor de 117 mil 625 casos por día, según un promedio móvil de siete días.
Eso aún está muy por encima de los 10 mil casos diarios que el principal experto en enfermedades infecciosas de Estados Unidos, el doctor Anthony Fauci, ha dicho que es necesario llegar para poner fin a la crisis de salud.
Si bien las cifras nacionales de hospitalización han caído en las últimas semanas, algunos estados, particularmente en el sur del país, se oponen a esa tendencia, registrando grandes aumentos, lo que ejerce presión sobre los sistemas de salud.
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El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, recibió una inyección de refuerzo el lunes, con la esperanza de dar un ejemplo a los estadounidenses sobre la necesidad de recibir una inyección adicional incluso cuando millones se quedan sin la primera.
Si bien los científicos están divididos sobre la necesidad de vacunas de refuerzo cuando tantas personas en los Estados Unidos y otros países siguen sin vacunarse, Biden anunció la iniciativa en agosto como parte de un esfuerzo para reforzar la protección contra la variante Delta altamente transmisible.
Alrededor del 56% de la población estadounidense ha sido completamente vacunada, y alrededor del 65% recibió al menos una dosis, según los datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
El lunes, los hospitales de Nueva York comenzaron a despedir o suspender a los trabajadores de la salud que desafiaron la orden estatal de vacunación, mientras que un juez federal falló a favor de un proveedor de atención médica privado de Ohio que había ordenado vacunas para su personal.
Las tasas de vacunación en algunas partes del medio oeste y el sur están por debajo de las del noreste y partes de la costa oeste, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, lo que indica una división entre las zonas rurales y urbanas del país. (Rts)
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