La última vez que se encontraron, solo una remontada milagrosa salvó el honor de las estrellas NBA. Estados Unidos sabe perfectamente que Alemania, la única selección invicta en este Mundial 2023, les puede complicar mucho el pase a la gran final. El combinado germano busca una clasificación histórica, ya que ni en los mejores tiempos de Dirk Nowitzki lograron alcanzar la lucha definitiva por el oro en una Copa del Mundo.
El fresco precedente en el triangular de preparación en Abu Dabi, hace menos de tres semanas, da muchas pistas sobre cómo será la semifinal de este viernes (14:40 horas, Gol Mundial y La 2) entre el Team USA y el conjunto teutón. Con la lección bien aprendida después de tener que remontar 16 puntos de desventaja en la segunda mitad para terminar venciendo por 99-91 en el amistoso en Oriente Medio, los estadounidenses buscarán repetir su guión de éxito contra Italia en los cuartos de final.
“Todo lo que hemos hecho las últimas cinco semanas y media ha sido para llegar precisamente hasta aquí”, reflexionaba en la previa Steve Kerr, seleccionador americano. “No hará falta ningún discurso sobre héroes, no creo que funcionara. Les mostraremos que necesitamos hacer y les diremos que sean ellos mismos, ese es el plan”, añadía el técnico de los Golden State Warriors.
Su grupo de 12 debutantes en la plana internacional ha superado todos los escollos necesarios en la Copa del Mundo y ha aprendido lecciones importantes en el camino. Nada de dormirse en los laureles en los inicios, nada de sucumbir en intensidad al rival. La derrota contra Lituania fue el aviso definitivo y les permitió sacar a relucir su mejor versión contra los italianos, atropellados por 63-100 ante el “enfado” provocado por ese revés de puro trámite.
“Hemos jugado con más mala leche. Obviamente estábamos molestos por perder, y no queremos volver a sentir lo mismo”, opinaba Tyrese Haliburton, el líder de una segunda unidad que ha espabilado al resto del grupo a lo largo del campeonato. El papel del base de los Indiana Pacers, junto al escolta de Los Angeles Lakers Austin Reaves, será una vez más clave si se mantiene la tónica del torneo entre el quinteto titular.
Anthony Edwards, la estrella del equipo, apenas fue un factor contra Italia y prepara ahora los fuegos artificiales de cara a la recta final de campeonato. “Estamos preparados para conseguirlo”, apuntó sobre el reto de llevarse el oro ganando otros dos partidos en el Mundial. Las contras y el ritmo acelerado son dos de las claves que pueden decantar la balanza a favor de los estadounidenses.
Un dato que va a la contra de sus aspiraciones es el palmarés reciente del torneo: los últimos cuatro campeones -España en 2006 y 2019, Estados Unidos en 2010 y 2014- finalizaron invictos esos campeonatos del mundo.
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USA-Alemania: los referentes a seguir
🇺🇸 Anthony Edwards: 17,3 puntos, 4 rebotes, 2,7 asistencias en 22,8 minutos por partido en seis partidos de Mundial.
🇺🇸 Tyrese Haliburton: 9,3 puntos, 3 rebotes y 5 asistencias en 20,3 minutos por partido en seis partidos de Mundial.
🇩🇪 Dennis Schroder: 18 puntos, 2 rebotes y 6,3 asistencias en 27 minutos por partido en seis partidos de Mundial.
🇩🇪 Franz Wagner: 13 puntos, 7 rebotes y 4 asistencias en 25,4 minutos por partido en dos partidos de Mundial.
Es una estadística que da alas a una Alemania que se ve mejor que nunca. Su bronce en Indianápolis 2002 sigue siendo su cumbre deportiva en baloncesto masculino, un techo que pretenden derrumbar de la mano de un Dennis Schroder convertido en sensación mundial y superestrella FIBA, muy bien rodeado por los hermanos Franz y Moritz Wagner, además de torres como Theis, Voigtmann y Thiemann.
El problema del tamaño ya provocó problemas a la rotación interior de falsos cincos propuesta por Kerr contra Montenegro y Lituania. Jaren Jackson Jr. se está cargando demasiado pronto de faltas, y tanto Paolo Banchero como Bobby Portis Jr. no pueden contener a grandes de corte clásico con efectividad. Walker Kessler, un cinco a medida para FIBA, apenas ha contado con 40 minutos de juego a lo largo del torneo. En este sentido, la lucha por el rebote será clave ya que los germanos han sido de los mejores en defender el aro en este Mundial -han capturado un 77,3% de los rebotes defensivos y permitido solo 8 rebotes ofensivos por encuentro-.
A pesar de contar con estas ventajas, Alemania necesitará hacer historia por partida doble, ya que nunca ha batido a Estados Unidos en un partido oficial de primer nivel. Su último duelo directo llegó en los Juegos Olímpicos de 2008 en Pekín y terminó en derrota por 106-57. En total, han perdido en seis ocasiones con un promedio de 25,5 puntos de desventaja. “Las acciones individuales no bastaran aquí. Tenemos que hacer un buen esfuerzo como equipo. Si hacemos eso, podemos ganar a cualquiera“, animaba Franz Wagner en la previa.
Los precedentes no confunden tampoco a los jugadores estadounidenses, que entienden la peligrosidad del enemigo. “Aquí no podemos acomodarnos en el partido, debemos estar listos desde el inicio. Son un gran equipo que nos llevó al límite, sabemos que ellos estarán preparados y les tenemos mucho respeto”, apuntó Jalen Brunson, base titular y capitán de un Team USA con ganas de recuperar el oro perdido en China 2019.