Estados Unidos ha decidido estrechar su cooperación con Corea del Sur en relación con el uso de armamento nuclear para contrarrestar las amenazas de Corea del Norte. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el de la República de Corea, Yoon Suk Yeol, se han reunido este miércoles en la Casa Blanca y han firmado una declaración conjunta con los nuevos términos del acuerdo. A cambio del mayor papel concedido, el Gobierno de Seúl mantiene su compromiso de no desarrollar sus propias armas nucleares.
“La Alianza [entre Estados Unidos y Corea del Sur] se compromete a participar en una toma de decisiones más profunda y cooperativa en materia de disuasión nuclear, entre otras cosas mediante la mejora del diálogo y el intercambio de información sobre las crecientes amenazas nucleares para la República de Corea y la región”, reza la llamada Declaración de Washington.
Biden y Yoon se han comprometido a “desarrollar una relación de defensa mutua cada vez más sólida” y han afirmado “con las palabras más enérgicas posibles su compromiso con la postura de defensa combinada” en virtud del Tratado de Defensa Mutua entre ambos países. “Un ataque nuclear de Corea del Norte contra Estados Unidos o sus aliados y socios es inaceptable y supondrá el fin de cualquier régimen que lleve a cabo una acción de este tipo”, ha dicho Biden durante la conferencia de prensa posterior a la reunión.
Yoon se ha reunido con Biden en el Despacho Oval de la Casa Blanca. Ambos han comparecido juntos en la rosaleda para una rueda de prensa conjunta. Esta noche, celebran una cena de Estado, la segunda que concede Biden en sus casi dos años y medio de presidencia, tras la del presidente de Francia Emmanuel Macron, de hace unos meses.
La reunión conmemora el 70º aniversario de la alianza entre ambos países, pero llega después de las filtraciones del Pentágono que han mostrado presiones estadounidenses para que Corea del Sur tenga un papel más activo en el apoyo a Ucrania con armamento. Preguntado en rueda de prensa sobre esas filtraciones, Yoon ha desviado el tiro: “Nos estamos comunicando y compartiendo la información necesaria. Creo que se está llevando a cabo una investigación en Estados Unidos. Necesitamos tiempo para conocer los resultados de la investigación, y seguiremos comunicándonos al respecto”, ha dicho.
Los dos presidentes han anunciado la creación de un nuevo Grupo Consultivo Nuclear (NCG) para reforzar la “disuasión ampliada”, debatir la planificación nuclear y estratégica y gestionar la amenaza que supone Corea del Norte para el régimen de no proliferación. El nuevo acuerdo y el papel más estrecho de Seúl en la coordinación de las decisiones relativas a armamento nuclear llega después de los constantes ensayos con misiles por parte del régimen de Kim Jong-un.
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Además, la Alianza trabajará para posibilitar la ejecución y planificación conjuntas del apoyo convencional de Corea del Sur a las operaciones nucleares estadounidenses en caso de contingencia y mejorar los ejercicios combinados y las actividades de adiestramiento sobre la aplicación de la disuasión nuclear en la península coreana.
Biden reafirma en la declaración que el compromiso de Estados Unidos con la República de Corea y “el pueblo coreano es duradero y férreo”, y que cualquier ataque nuclear de la RPDC contra la República de Corea será respondido con una “respuesta rápida, abrumadora y decisiva”.
Submarino nuclear
El presidente estadounidense subraya que el compromiso de Estados Unidos de ampliar la disuasión está respaldado por toda la gama de capacidades estadounidenses, incluidas las nucleares. “De cara al futuro, Estados Unidos seguirá aumentando la visibilidad periódica de los recursos estratégicos en la península coreana, como lo demuestra la próxima visita de un submarino nuclear de misiles balísticos estadounidense a la República de Corea, y ampliará y profundizará la coordinación entre nuestros ejércitos”, dice la declaración.
Además, ambos países reforzarán los órganos permanentes de consulta sobre disuasión ampliada, incluido el Grupo de Consulta y Estrategia de Disuasión Ampliada, para preparar mejor a la Alianza para defenderse de posibles ataques y usos nucleares y realizar simulaciones que sirvan de base a los esfuerzos conjuntos de planificación.
Estados Unidos se compromete a “hacer todo lo posible para consultar” con Corea del Sur sobre cualquier posible empleo de armas nucleares en la península coreana. Por su parte, Yoon reafirma el compromiso respetar el Tratado de No Proliferación Nuclear que asumió hace medio siglo.
El presidente surcoreano declaró a principios de año que su país estaba sopesando desarrollar sus propias armas nucleares o pedir a Estados Unidos que las desplegara en la península coreana. “No vamos a emplazar armas nucleares en la península”, ha subrayado Biden.
En plena Guerra Fría, a finales de la década de 1970, los submarinos nucleares estadounidenses con misiles balísticos realizaban frecuentes visitas a Corea del Sur, a veces dos o tres al mes, según la Federación de Científicos Estadounidenses. Fue un periodo en el que Estados Unidos tenía cientos de cabezas nucleares situadas en Corea del Sur.
En 1991, Estados Unidos retiró todas sus armas nucleares de la península coreana, y al año siguiente Seúl y Pyongyang firmaron una declaración conjunta en la que se comprometían a que ninguno de los dos “ensayaría, fabricaría, produciría, recibiría, poseería, almacenaría, desplegaría o utilizaría armas nucleares”. Pero como el Norte ha violado repetidamente la declaración conjunta a lo largo de los años, ha aumentado el apoyo en Corea del Sur a que Estados Unidos devuelva las armas nucleares al país.
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