“Estamos jodidos, pero hay que seguir”


El fútbol es paradójico en ocasiones. Cuando los jugadores de la Real saltaron hoy al césped del campo ‘z7’ de Zubieta para desarrollar su entrenamiento, el periódico decía que eran los primeros en la clasificación tras la disputa de las primeras 13 jornadas de Liga. Ninguno de los demás acompañantes en la zona más alta había jugado y todos sabían que era cuestión de tiempo, pero en ese momento eran los primeros de la fila.Y seguía vigente el ambiente de funeral del que ya había hablado Imanol
Alguacil unas horas antes, tras el empate casero ante el Leganés. “Estamos jodidos, pero hay que seguir”, lanzó uno de los componentes del cuerpo técnico a un observador desde la grada. Sintomático.



Sólo 12 jugadores realistas pisaron la hierba del ‘z7’ en la jornada matinal del sábado. El único titular ante el Leganés que desarrolló el trabajo con sus compañeros fue el portero, Álex
Remiro. Los 10 restantes se quedaron en el vestuario, junto a los dos lesionados: Illarramendi y Odegaard, que no viajará a Noruega a jugar los dos partidos que están programados, clasificatorios para la Eurocopa, a causa de su lesión. Zaldua, que salió del campo de Anoeta visiblemente dolorido, no tiene nada roto en el brazo izquierdo y, en principio, podrá jugar contra el Real Madrid porque sólo sufre una contusión.

La ausencia más significativa fue la de David
Zurutuza, desconvocado para el encuentro ante el Leganés, que arrastra unas molestias en el tendón de Aquiles izquierdo.

“¡Aquí no protesta ni Dios”!

Los 12 realistas que se ejercitaron en el verde de Zubieta fueron los porteros Remiro, Moyá y Zubiaurre y los jugadores de campo Sagnan, Gorosabel, Aritz, Aihen, Sangalli, Pardo, Guevara, Barrenetxea e Isak. Tras el calentamiento, desarrollaron unos rondos y posteriormente un partidillo a tres toques en un espacio reducido, pero con porterías grandes, en el que se trataba de dejar a un jugador mano a mano con el portero. Isak, muy motivado como todos, marcó un golazo de volea y Pardo exteriorizó su cabreo con gritos en varias ocasiones cuando no logró el objetivo del gol.

Y como para Imanol no hay sábados sin fútbol ni resacas dolorosas, siguió con su línea: “¡Aquí no protesta ni Dios!”, espetó a los suyos tras un ejercicio. “¡En lo único en lo que debéis pensar es en el juego!”.

Se abre un periodo de dos semanas sin partido, pero con la misma intensidad en Zubieta.


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