El Athletic lleva instalado en la octava plaza de LaLiga más de 20 jornadas. Es lo que merece. 48 puntos, y punto. No da para más. Ha mantenido Europa en el horizonte, pero no se ha acercado más que si fuera en una barca a remo. Los de arriba juegan más y tienen plantillas más amplias. Incluso, alguno de abajo tiene más jugadores desequilibrantes (Raúl de Tomás y Enes Ünal, sin ir más lejos, llevan quince goles en el Espanyol y el Getafe, respectivamente).
La historia no gana partidos, ni finales de Copa. Ni los presupuestos, ni los gastos en plantilla garantizan nada. Para que lo sepan algunos despistados: el Athletic, desde que empezó este siglo, ocupa un lugar intermedio entre el noveno y el décimo puesto en Liga. Vamos, que estamos ante un año bueno, como para quejarnos. De las 21 últimas campañas, los leones han ocupado en más de la mitad (11) un puesto de dos dígitos al finalizar la temporada.
Tal y como veo al equipo y con las exigencias físicas actuales en el fútbol, no imagino a este grupo compitiendo miércoles-domingo en Liga, Copa y Europa en condiciones. Es más, creo que hasta podría costarnos caro, en forma de apuros. El Betis, campeón de Copa, con un plantillón y un nivel de juego extraordinario, ya se plantea reforzarse con Ceballos, Isco y algún jugador más. Como para hacer comparaciones.