Esto es lo que podría pasarte si dices adiós para siempre a la sal

La sal es un ingrediente muy importante en la cocina, imprescindible para que la comida no esté sosa y tenga ese puntito salado que siempre gusta, aunque en exceso puede ser muy perjudicial para la salud, por lo que mucha gente reduce lo máximo posible su consumo. Si te estás planteando eliminar la sal de las comidas o ya lo has hecho, sigue leyendo y descubre qué puede pasarte si lo haces.

Según un estudio reciente, tan sólo el 11% de la sal que consumimos a diario proviene del salero, mientras que hasta un 70% suele estar presente en alimentos ultraprocesados, dos porcentajes de gran importancia que hay que tener en cuenta para analizar y saber que la mayor parte de la sal que introducimos en nuestro cuerpo no viene de la mucha o poca que le pongas a tus comidas.

¿Se debe eliminar la sal de las comida?

En primer lugar, es importante dejar claro que es totalmente imposible eliminar por completo la sal de la alimentación, ya que aunque tú no la pongas con el salero, prácticamente todos los productos o alimentos que utilices en tus comidas la traen ya «de fábrica». Los expertos tienen claro que es igualmente importante no consumir sal en exceso como alcanzar la ingesta mínima, ya que el sodio presente en la sal es un electrolito que juega un papel fundamental en el cuerpo humano.

Nuestro organismo necesita sodio para funcionar de forma correcta, por lo que bajo ningún concepto debes eliminar la sal de las comidas. Si quieres reducir el consumo, es preferible que vigiles las cantidades de sal de todos los productos que compras a que no le pongas sal desde el salero a cualquier comida, ya que dejarías la comida sosa mientras estás aportándole mucha sal a tu organismo por otras vías.

Si quieres reducir tu consumo de sal, habla con tu médico de cabecera para que te recomiende las cantidades diarias mínimas en tu caso y que así puedas reducirla de otros aportes sin necesidad de dejar de utilizar el salero.

El peligro está en el exceso

El verdadero peligro con la sal está en el exceso, siendo además más habitual que la gente consuma altas cantidades que no inferiores a las recomendadas. Superar las cantidades recomendadas de consumo de sal diario puede tener consecuencias muy graves, como padecer hipertensión arterial. Además, el exceso de sal tiene efectos como alterar el balance en la producción de sustancias vasodilatadoras y vasoconstrictoras, aumentar la rigidez arterial, alterar la función de los riñones, modificar la composición de los huesos y favorecer el depósito de sodio en la piel.


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