Blonde es uno de los proyectos más longevos del director neozelandés Andrew Dominik. Después de casi 10 años intentando escoger a la artista indicada, nombres como Naomi Watts y Jessica Chastain estuvieron asociados a la producción, pero finalmente fue Ana de Armas la que consiguió el papel en 2019. Este particular biopic se toma las licencias propias de la novela de la que parte y la mano autoral de Dominik le ha dado a Netflix algún que otro dolor de cabeza. El largometraje lleva casi un año listo y detrás de su presencia, varios rumores apuntaron a que Blonde contenía escenas que habían espantado a los directivos de la compañía. La última fecha que conocemos para su estreno es diciembre de 2022.
Está basada en la novela de Joyce Carol Oates
‘Blonde’ es el libro de Joyce Carol Oates
Es una narración ficticia de la vida de Monroe, que comienza con la relación con su padre y que se desarrolla bajo un presunto asesinato. Según Vogue, la escritora Joyce Carol Oates concibió la novela Blonde, después de ver una fotografía de Norma Jean Baker (Nombre original de Monroe) a loa 15 años, ganando un concurso de belleza en California en 1941. Los personajes en el libro se identifican por apodos. El “ex atleta” es DiMaggio (Bobby Cannavale), “El dramaturgo” es Arthur Miller (Adrien Brody) y “El presidente” (Caspar Phillipson) hace referencia a John F. Kennedy.
Brad Pitt y Andrew Dominik son productores
‘Blonde’ (Netflix)
Después de colaborar juntos en El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford y Mátalos suavemente, esta vez el actor Brad Pitt y el cineasta Andrew Dominik producen juntos esta fábula sobre Monroe. Pitt lo hace bajo su sello Plan B y Netflix distribuirá la historia, presumiblemente primero en cines y más tarde en la plataforma. En Estados Unidos ha obtenido una calificación de N-17, lo que quiere decir que los menores de edad no podrán entrar en la sala, ni siquiera acompañados por un adulto.
La agotadora transformación en Marilyn
Ana de Armas es Marilyn Monroe en «Blonde» (Netflix)
Según cuenta la propia Ana de Armas, la transformación en la explosión rubia fue agotadora, no sólo por entrenar durante casi un año los dialectos y la voz característica de Monroe, sino por todo el proceso estético: “(Marilyn) pasó por diferentes tonos de rubio, desde el dorado hasta el platino, así que para estas pelucas que están bellamente hechas, no puedes tener nada oscuro debajo, así que tuvimos que hacer una calva todos los días desde mi frente por alrededor de toda mi cabeza”. Y eso que este apartado era tan sólo, una parte de las tres horas y media de maquillaje diario.
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