El gobierno de Estados Unidos anunció este martes un drástico incremento en los aranceles a las importaciones de acero y aluminio, elevándolos del 25% al 50%
La decisión, formalizada mediante una proclamación presidencial de Donald Trump, entrará en vigor a las 00:01 horas (hora del este de Estados Unidos) del miércoles 4 de junio. Es decir, a las 22:01 horas de hoy, en horario de la Ciudad de México.
El decreto firmado por Trump argumenta que la decisión busca contrarrestar lo que el gobierno considera una amenaza a la seguridad nacional por el exceso de importaciones a bajo precio, que afectan la competitividad de la industria local.
La administración estadounidense señala que, pese a los aranceles impuestos desde 2018 —durante el primer mandato del presidente Donald Trump—, la producción local de acero y aluminio no ha alcanzado los niveles necesarios para garantizar la autosuficiencia estratégica. “Aunque los aranceles previos ayudaron, la industria aún enfrenta desafíos por el exceso de oferta global a precios artificialmente bajos”, señala el texto.
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La medida se ampara en el Artículo 232 de la Ley de Expansión Comercial de 1962, que permite restringir importaciones por motivos de seguridad nacional. Según el informe del Departamento de Comercio, la dependencia de metales extranjeros podría “debilitar la capacidad de defensa” del país en escenarios de crisis.
Excepción para el Reino Unido y Ajustes Adicionales
Como contraparte, el gobierno otorgó un trato preferencial al Reino Unido, manteniendo su tasa en 25% hasta al menos el 9 de julio, en línea con el reciente Acuerdo de Prosperidad Económica EE.UU.-Reino Unido (EPD). No obstante, la proclamación advierte que el secretario de Comercio podría revertir esta condición si el país incumple los términos del pacto.
Además, el decreto establece sanciones rigurosas para importadores que subdeclaren el contenido de acero o aluminio en sus productos, incluyendo multas, pérdida de licencias e incluso responsabilidad penal.
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El Departamento de Comercio evaluará periódicamente si los aranceles deben ajustarse o eliminarse.
La proclamación deja abierta la posibilidad de nuevos ajustes si el secretario de Comercio determina que los aranceles ya no son necesarios o si cambian las condiciones del mercado.