Exhortan a romper el silencio en casos de abuso

En México, una de cada 10 mujeres sufrió algún tipo de violencia sexual antes de los 15 años y de ellas el 54% reportó violencia severa, revela la organización Alumbra; en estos casos, hablar del problema y hacerlo visible genera una responsabilidad colectiva.

El primero y más importante paso para combatir la violencia sexual en contra de niñas, niños y adolescentes es romper el silencio, hacer que la sociedad y los tomadores de decisiones conozcan, dimensionen y adviertan las consecuencias que provoca, señala Annayancy Varas, directora general de Early Institute, think tank mexicano especializado en primera infancia y promotor del proyecto colaborativo Alumbra.

Con motivo del Día Nacional contra el Abuso Sexual Infantil, este 19 de noviembre, Alumbra reiteró su llamado a los diversos grupos de la sociedad, especialmente a cuidadores, padres de familia y maestros, a reforzar la cultura de la prevención de la violencia sexual infantil.

Para apoyar en esta tarea, el organismo ofrece herramientas, consejos e información de fácil acceso, a través de su plataforma digital www.alumbramx.org.

Un grupo de más de 40 organizaciones de la sociedad civil, instituciones públicas y agencias nacionales e internacionales, se han unido en la Comunidad de Conocimiento Alumbra para poner a difundir su práctica y experiencia enfocada en la prevención.

En México, la realidad señala que debe actuarse rápido y de manera efectiva para revertir la grave situación de la violencia sexual ejercida en contra de niñas, niños y adolescentes, problemática registrada a través del trabajo sistematizado, riguroso y profesional realizado por Alumbra.

Según el diagnóstico realizado por la organización, una de cada 10 mujeres sufrió algún tipo de violencia sexual antes de los 15 años; de ellas, el 54% reportó violencia severa; el 68%, violencia moderada y 36%, violencia leve.

Alumbra señala que tan sólo en 2017 se registraron 281 egresos hospitalarios de niñas, niños y adolescentes víctimas de abuso sexual.

Por el perfil de los agresores sexuales, agregó, los datos recientes identifican en ese orden de incidencia a los tíos, seguidos de vecinos o conocidos, el primo o prima, el hermano hermana, otro familiar, el padrastro, la madrastra, padre o abuelo o abuela y la madre, de acuerdo con la última Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH).

Annayancy Varas señala en un comunicado que más allá de números y cifras, la sociedad en general debe ver que detrás de esta situación hay vidas de por medio, niñas, niños y adolescentes que requieren el apoyo de la sociedad en su conjunto.

Según alumbramx.org, sólo nueve estados de la República regulan de manera explícita el abuso sexual infantil y a nivel nacional el Código Penal Federal considera 14 delitos que se cometen en contra de menores.

Esta situación provoca que en materia de impartición de justicia no haya un enfoque claro que dé prioridad al interés superior de la niñez.

La pregunta que muchos se formulan cuando se conoce de un caso de violencia sexual infantil o violencia infantil en general es ¿y yo qué hago? La primera acción y más importante, es romper el silencio.

“Debemos hablar del problema, hacerlo visible a toda la sociedad y generar una responsabilidad colectiva”, concluye el comunicado.




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