Este domingo fue de esos días importantes, de aquellos en los que uno de los contendientes pega un mordisco enorme a otro rival para no solo llevarse un enorme botín y marcar territorio, sino también para golpear de forma enorme la moral de su presa. Ferrari necesitaba resurgir de sus cenizas tras el desastre de Mónaco. Parecía difícil superar un mal día como aquel. Todo debía ir a mejor. Pero los italianos vivieron una pesadilla todavía peor en las calles de Bakú. Ferrari volvió a quemar unos puntos de oro, esta vez por dos fallos de fiabilidad que dejaron a Leclerc y Sainz fuera, dejando así vía libre para que Verstappen ganara, Red Bull completara un doblete con Pérez segundo (Russell fue tercero) y el equipo de las bebidas energéticas se alejara en el Mundial de Constructores, con 80 puntos de ventaja sobre los italianos. El golpe perfecto.
Día redondo para Red Bull, pero sobre todo para Max. En la ciudad del fuego y el viento, Verstappen encarnó a la perfección la fortaleza de esos dos elementos. Fue un vendaval imparable, una llama arrasó con todo con un ritmo enorme. No tuvo rival. Pasó de tener a Leclerc a 9 puntos, a poner rumbo hacia Canadá con 34 tantos de ventaja sobre el monegasco, que ahora es tercero en el Mundial, con Checo segundo (se llevó además la vuelta rápida) a 21 puntos.
Leclerc, tercera carrera seguida para olvidar
Charles solo ha ganado dos carreras de las 5 en las que ha salido desde la pole. En dos de ellas abandonó cuando lideraba por problema relacionado al motor, una de ellas fue la de este domingo, aunque su victoria no estaba tan clara.
Leclerc se había complicado la vida al inicio cometiendo un error desde la pole, con una mala salida y pasándose de frenada ante un ‘Checo’ Pérez encendido. El mexicano había superado a Max el día anterior con la segunda plaza en clasificación, y debía demostrar a sus jefes que estaban en lo cierto en sus declaraciones de esta semana, en las que decían que en Red Bull no había piloto número 1 y ‘Checo’ podía pelear por el título con Max. Salió a por ello liderando desde la primera curva. Y Charles, con peor ritmo, debía optar por una estrategia a la inversa.
El monegasco paraba muy pronto, en la vuelta 11, para poner goma dura y alargar ese stint, pero quedaba demasiada carrera y parecía claro que necesitaría una parada más. Red Bull necesitaba entonces apretar para abrir hueco con Leclerc para tumbar su estrategia. Pérez lo intentaba, pero Max Verstappen estaba detrás, era más rápido y había cuidado más las gomas. Pérez no quiso oponer resistencia ante el neerlandés. Más bien le dijeron que no lo hiciera. “No fighting”, le dijeron por radio. Y Max pasó por delante. Llegaron entonces las paradas del mexicano y de Max.
Leclerc era líder pero con goma más vieja. Debía apretar para abrir una brecha que le permitiera soñar. Un coche de seguridad le hubiera abierto las puertas del cielo. Pero la suerte no estuvo de su parte. En la vuelta 21, con 30 largas vueltas aún por delante, Leclerc veía como su coche sacaba humo. Su carrera se había acabado. Era su segundo abandono en tres carreras. Lo que al principio de año parecía un liderazgo firme y convencido, sin fisuras. Ahora hace aguas tras su abandono de Barcelona por otro contratiempo similar, el desastre de Mónaco y esta nueva avería. Leclerc salió de Miami con 19 puntos de ventaja. 3 carreras después, Charles está a 34, en la tercera posición, con Pérez en la segunda plaza con grandes opciones de pelear. Aunque para ello deberá seguir elevando el listón: Max demostró de nuevo un mejor ritmo de carrera en un fin de semana en el que no había empezado del todo cómodo. Logró un triunfo de peso, de campeón.
Eso sí, lo consiguió con el buen hacer de Pérez, que no opuso resistencia cuando debió dejar pasar a Max. También con las dos malas paradas de Red Bull hacia el mexicano. El ejemplo más claro fue cuando ambos entraron a boxes en el mismo giro con la salida del único ‘Safety Car’ virtual de la cita en la vuelta 33. La parada de Max fue de 2.67 segundos. La de Pérez, de 4.4. Pero ello no debe desmerecer el triunfo de Verstappen. Max fue muy superior en todo momento. El neerlandés no falló y pilotó con temple y decisión. Tercer doblete de Red Bull de la temporada, que triunfa no solo con Max, sino como equipo.
Sainz, tercer abandono en 8 carreras
Carlos Sainz ocupaba la cuarta posición, con buenas opciones de arriesgar en la estrategia para ir a por el podio o aprovechar algún coche de seguridad. Pero en la vuelta 9 su coche sufrió una avería y tuvo que aparcarlo en la curva 3. Fue el tercer abandono de Carlos en 8 carreras, otro cero que le aleja a 67 puntos del liderato.
Russell, otro podio; Alonso, 7º
Otra vez más, y ya van 8 carreras. George Russell sigue siendo el único piloto en acabar todas las citas entre los 5 primeros. Y esta vez lo hizo con un resultado mucho mejor, la tercera posición. El inglés sumó su tercer podio del curso, el segundo en las últimas tres carreras, nada mal para ser su primer año en Mercedes. George aprovechó el doble abandono de Ferrari para pescar en río revuelto, quedando por delante de Hamilton (4º), que con una buena estrategia final parando durante el único ‘Safety Car Virtual’ pudo adelantar con goma fresca a los dos AlphaTauri. Tsunoda acabaría diluyéndose hasta la 13ª plaza. No así Gasly, que fue 6º, por delante de un Fernando Alonso que volvió a completar una carrera sin errores.
El español optó por una estrategia compleja, alargando mucho su primer stint. Un ‘Safety Car’ le habría entregado múltiples posiciones. Pero en Bakú, donde los coches de seguridad suelen ser protagonistas, no hubo accidentes. Pese a ello, el ovetense pudo terminar en la séptima plaza, puntuando por tercera carrera consecutiva, superando a los dos McLaren y a su su compañero Ocon, que fue 10º.
Los McLaren intentaron presionar a Alonso, con dificultades para mantener con vida sus neumáticos traseros por su menor carga aerodinámica, que a su vez le permitía tener mayor velocidad en recta para defenderse. Los de Woking lo intentaron, pero Fernando aguantó sin fallos y volvió a sumar. Y es que ya lo dijo el asturiano a ‘DAZN F1’. Que él se pusiera nervioso ante el acoso de los coches naranjas era más que “improbable”.