Facebook es una de las mayores compañías del mundo. Y aunque ser grande y poderoso es una enorme ventaja también implica estar bajo el escrutinio público. A poco más de dos semanas para las elecciones en EE UU repasamos en cuatro capítulos algunos de las polémicas en las que se ha visto envuelta en los últimos años. El decisivo proceso electoral se perfila como una prueba de fuego para la compañía, que ha anunciado medidas para evitar ser vehículo de odio y desinformación en un momento de profunda polarización política.
- Caso #1: El dilema del odio y las noticias falsas
Facebook ha estado lidiando con el monstruo de la desinformación y los difusores de discursos de odio desde que en las elecciones de 2016 se comprobó que la plataforma podía utilizarse como herramienta perfecta para compartir contenidos sin restricciones y organizar grupos de personas en torno a alguna postura, ideología o idea, no necesariamente democrática ni respetuosa.
- Caso #2: La trama rusa (del Kremlin a Silicon Valley)
Tras las elecciones que dieron la victoria a Donald Trump, la compañía se vio envuelta en una macro investigación cuyo objetivo era comprobar si el presidente había intervenido y colaborado con Rusia para conseguir su elección. El Informe Mueller exoneró a Trump, pero concluyó en que Moscú sí había interferido en las elecciones y Facebook había sido uno de sus canales.
- Caso #3: Cambridge, la gran fuga de datos
Los datos de más de 50 millones de usuarios de Facebook fueron utilizados desde 2014 sin su consentimiento para comercializarlos ilegalmente con terceros y obtener beneficio de la información de los usuarios, como edad, sexo, preferencias y hábitos. La compañía Cambridge Analytica también vendió estos datos a la campaña de Trump en las elecciones de 2016 para enviar publicidad teledirigida. Las acciones de la red social cayeron, su fundador fue interrogado por el Senado estadounidense y por la Eurocámara y multado con penas económicas millonarias.
- Caso #4: El oligopolio de los gigantes
El supuesto oligopolio construido por los cuatro gigantes tecnológicos —Facebook, Google, Amazon y Apple— comienza a ser investigado por las autoridades estadounidenses, presionadas por quienes alegan que el poder de las compañías es demasiado. Facebook vuelve a estar en el ojo público, aunque esta vez no está solo.
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