Falcao y Arda se reencuentran en Turquía siete años después

Siete años después, el Galatasaray recupera una pareja que triunfó en el Atlético de Madrid y que dio grandes tardes de gloria en el Vicente Calderón. En el conjunto turco ya militaba Radamel Falcao y el miércoles, se hizo oficial el fichaje de Arda Turan. El hijo pródigo regresa a casa casi una década después de que dejase Estambul para firmar por el club colchonero.

Obviamente, el nivel del colombiano y el del turco no es el mismo que tenían en el Atlético. 34 años tiene el delantero y 33 el centrocampista. Ambos se encuentran en la recta final de su carrera, sobre todo un Arda cuyo rendimiento fue decayendo de manera abrupta nada más salir del Atlético con destino Barcelona, además de asuntos extradeportivos en Turquía por los que tuvo problemas con la justicia.

Pero volviendo a su etapa rojiblanca, los dos ofrecieron un excelente nivel en el Atlético, que por qué no decirlo, sigue echando de menos los goles de uno y el juego de otro. No ha habido un ‘9’ con los números de Falcao desde entonces. Ni tampoco un centrocampista con las cualidades o, al menos, el rendimiento de Arda.

Dos temporadas estuvo el atacante cafetero en el Manzanares. 91 partidos jugó como rojiblanco, en los que hizo 70 goles y dio nueve asistencias. Una Copa del Rey, una Europa League y una Supercopa logró en el Atlético, siendo protagonista en las tres finales, sobre todo en las dos últimas, con dos y tres goles respectivamente. El curso pasado en el Galatasaray, disputó 20 encuentros y logró once tantos.

Por su parte, Arda Turan fue rojiblanco cuatro temporadas. Y además del palmarés de Falcao, logró una Liga y una Supercopa de España. Disputó 178 partidos con el Atlético, con 22 goles y 23 asistencias. Pero al margen de los números, la pausa y la calidad del turco cerca del área es lo más recordado por los seguidores colchoneros.

Ahora, siete años después, Falcao y Arda se reencuentran en el Galatasaray. Nostalgia de los rojiblancos, e ilusión en los turcos por ver, aunque sea con cuentagotas, lo que el colombiano y el otomano hicieron en el Vicente Calderón.


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