El Athletic está de luto. Ha fallecido Txetxu Rojo, toda una leyenda del club rojiblanco, uno de los más grandes en los 125 años de historia de la entidad rojiblanca. José Francisco Rojo Arroita (Bilbao, 28 de enero de 1947), el que fuera gran extremo rojiblanco, ha muerto a los 75 años de edad. “En un Club plagado de leyendas, se nos va una de las más grandes, un auténtico mito rojiblanco, con una trayectoria fabulosa en la centenaria historia del Athletic. Una zurda de seda, puro ingenio en el pase y centro al área… Un 11 inolvidable”, le glosa la entidad de Ibaigane.
Rojo es el segundo jugador de la historia del Athletic en número de partidos disputados con 541 (413 de Liga, 88 de Copa y 40 de competiciones europeas), solo por detrás de otro mito como el Txopo Iribar (614). El bilbaíno vistió la camiseta del equipo rojiblanco durante 17 temporadas, en las que marcó 68 goles, pero su verdadera especialidad era dar pases de mucha calidad desde la banda izquierda del ataque. Conquistó dos títulos de Copa, ante el Elche en la temporada 1968-69 y frente al Castellón en la 72-73, tiene tres subcampeonatos de esta competición en su palmarés (1965, 1966 y 1977), otro de Liga en la 69-70 y además fue subcampeón de la UEFA en aquella final disputada en 1977 ante el Juventus de Turín con Koldo Aguirre de míster, el mismo año que se jugó la final de Copa ante el Betis. Se retiró justo cuando comenzaba a germinar el último Athletic campeón, el de Javier Clemente en los años 80.
Un extremo a la vieja usanza, como ya no hay en el fútbol moderno. Considerado como el “legítimo” sucesor de Gainza. Fue el técnico de Basauri quien le dio la oportunidad de debutar en el Athletic y quien le colocó como extremo, puesto en el que desarrolló prácticamente la totalidad de su carrera en el Athletic. Debutó en 1965 y se retiró en 1982 tras un partido de homenaje como los que se celebraban antaño ante la selección inglesa justo antes de que se disputase el Mundial en San Mamés. También fue internacional en 18 partidos con la selección española.
Pero su legado va mucho más allá de lo futbolístico. Fue todo un ídolo para las nuevas generaciones y su huella perdura entre todos los athleticzales. Los asiduos de San Mamés en aquellos años gloriosos recuerdan su fina zurda y esos pases desde la banda izquierda. Ese recuerdo ha sido transmitido de generación en generación. Le apodaban ‘Polvorilla’ por su carácter nervioso e incluso a veces tuvo sus más y sus menos con la grada de la vieja Catedral, pero su recuerdo ha quedado grabado para siempre en la memoria colectiva.
Una vez que colgó las botas, comenzó su carrera en los banquillos. Dirigió al Athletic durante 70 partidos oficiales en las temporadas 1989-90 y 2000-01 y curiosamente Ernesto Valverde, hoy entrenador del primer equipo, fue su ayudante en el banquillo en su segunda etapa. Además, también dirigió a Celta, Osasuna, Lleida Esportiu, Salamanca y Zaragoza en dos etapas diferentes. Precisamente, uno de sus mayores éxitos en los banquillo llegó en el equipo gallego, con el que llegó a una final de Copa en la campaña 1993-94. Otro de sus grandes éxitos como entrenador lo protagonizó en el curso siguiente con el equipo maño, con el que llegó con opciones de ganar la Liga hasta la última jornada. Rojo II, su hermano, también hizo carrera en el Athletic entre 1971 y 1977.
“Los datos y las palabras se quedan cortos para construir cualquier semblanza sobre Txetxu Rojo. Quienes gozaron durante 17 temporadas de su juego único en la banda izquierda recuerdan regates asombrosos, pases quirúrgicos e inesperados, controles exquisitos, goles preciosos, pero, sobre todo, el aura de un futbolista irrepetible, un artista, un creador de belleza…”, dice el Athletic, que comunicará en las próximas horas como será “la despedida en su honor”.