El Getafe ya es equipo de dieciseisavos de final de la Europa League. Ni los nervios ni el mal tiempo afectó en lo más mínimo a los de José Bordalás en la ‘final’ ante el Krasnodar. Derrotó al conjunto ruso por 3-0 con tres tantos en la segunda mitad a cargo de Cabrera, Molina y Kenedy.
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En un partido con muchas interrupciones y rifirrafes, ya que continuamente el árbitro alemán tuvo que echarse el silbato a la boca. Ambos equipos eran conscientes de la trascendencia del encuentro para sus aspiraciones de la Europa League y no reservaron fuerzas.
El ‘Geta’ fue claro dominador del primer tiempo. Los de Bordalás salieron muy serios, con una presión asfixiante para perjudicar la salida de la pelota del cuadro ruso. Les funcionó, ya que primero Ángel con una ‘picadita’ de pelota y más tarde Mata, a punto estuvieron de abrir la lata en el Coliseum Alfonso Pérez.
Cucurellla fue el futbolista más activo de los primeros 45 minutos. Estuvo en casi todas las acciones ofensivas de los ‘azulones’, además de no descuidar sus labores en defensa. Asimismo, la dupla Arambarri y Maksimovic fomentaron las recuperaciones del balón casi instantáneas.
El Krasnodar por su parte, sólo tuvo una aproximación a la portería de David Soria, pero sin apenas peligro. Aunque en los primeros instantes los rusos estaban bien plantados sobre el césped para salir al contragolpe, a medida que transcurrieron los minutos, sus ideas y fluidez decayeron.
En la segunda mitad vino la materialización del pase del equipo ‘azulón’. Cuando el partido entró en una dinámica complicada, ya que el Getafe no conseguía perforar la portería rusa, un magnífico centro de esquina que prolongó muy bien Jaime Mata, Leandro Cabrera puso la cabeza para sumar el primer tanto (0-1).
Prácticamente seguido vino el segundo gol (2-0) de los de Bordalás. En el minuto 77’, el veterano delantero Jorge Molina batió al guardameta Kritsyuk después de entrar en sustitución de Ángel en el segundo tiempo.
El último, del brasileño Kenedy (85’) tras realizar un ‘zapatazo’ desde la frontal del área, que sorprendió a toda la defensa del Krasnodar y al mismo cancerbero, que pese a estirarse no fue capaz de atajar la pelota.
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