Fiesta de Primera en Palma por el ascenso

Miles de aficionados han celebrado este lunes el ascenso del Mallorca, octavo de su centenaria historia, horas después de la noche mágica vivida el domingo en Son Moix con el 3-0 ante el Deportivo de la Coruña que selló el regreso a Primera, seis años después.

Los autores de los tres goles que dieron la clasificación al equipo balear -Ante Budimir, Salva Sevilla y Abdón Prats- y el resto de sus compañeros, se subieron a un autobús descapotable para recorrer las calles de Palma y recibir el homenaje enfervorizado del mallorquinismo.

La plantilla, el cuerpo técnico encabezado por el entrenador del milagro, Vicente Moreno, y la directiva, con el presidente y consejero delegado Andy Kohlberg y Maheta Molango al frente, se dieron un baño de masas con una rúa que comenzó en el estadio Son Moix y finalizó en la mítica plaza de las Tortugas, lugar de celebración de los triunfos del Mallorca.

El equipo bermellón hizo paradas en el Ayuntamiento de Palma y el Consolat de la Mar, sede del Govern Balear, donde fue recibido con todos los honores por el alcalde, José Hila, y la presidenta del Ejecutivo en funciones, Francina Armengol.

En las fachadas de las dos instituciones públicas, rodeadas de centenares de aficionados, lucían un letrero gigante con la leyenda “Som de Primera”.

Hila entregó una placa conmemorativa del ascenso a Kohlberg, ex tenista profesional estadounidense, y después declaró a EFE que este ascenso “lo merecía la afición, el club y la ciudad de Palma”.

“Ser de Primera en la mejor Liga del mundo es darte a conocer en todas partes. Nosotros somos una ciudad turística, abierta al mundo, y si llegamos más lejos todavía gracias al deporte es muy positivo”, añadió.

Los jugadores salieron al balcón y cada uno de ellos se dirigió a los aficionados que no paraban de cantar “el Mallorca es un sentimiento, no puedo parar”.

El primero en intervenir, por aclamación popular, fue el veterano centrocampista almeriense Salva Sevilla, de 35 años, y muy querido por el mallorquinismo.

“Gracias a todos por vuestro apoyo, sin vosotros no hubiese sido posible conseguirlo”, dijo Salva Sevilla, al que luego se unieron, con distintos discursos, el resto de sus compañeros.

El autobús turístico de expedición mallorquinista se dirigió después a la sede del Ejecutivo balear, donde le recibió la presidenta, Francina Armengol; mientras que por los altavoces sonaba el himno del Mallorca.

Tras la foto de familia en el patio del Consolat de la Mar y el intercambio de obsequios entre Armengol y Kohlberg, la presidenta de Baleares tomó la palabra para felicitar a jugadores, técnicos y directivos “por un gran trabajo que ha devuelto al Mallorca a Primera”.

“Es un éxito sin precedentes y un gran orgullo de estar de nuevo en Primera gracias a vuestro esfuerzo”, subrayó Armengol, que obsequió a Kohlberg con una litografía de la capilla del Consolat de la Mar.

Kohlberg entregó una camiseta del Mallorca dedicada a Armengol y tomó la palabra para agradecer el recibimiento en las más alta institución de la islas.

Destacó “el gran esfuerzo desplegado en los últimos trece meses para subir de Segunda B a Primera”.

“En ese objetivo ha sido muy importante los futbolistas, que han jugado con mucho corazón”, dijo el presidente de la entidad balear, que se disculpó por no hablar bien el español.

La pasión por los colores rojo y negro se desató poco después en la plaza de las Tortugas, donde unos 5.000 aficionados esperaban a sus héroes para tributarles un recibimiento espectacular.

Subidos en un escenario especialmente habilitado para la ocasión, los jugadores se dieron un baño de masas en medio de los cánticos, bengalas y gritos que desde anoche resonaban en la capital balear -”a Primera oé, oé”; “el Mallorca es un sentimiento”, “rojo y negro hasta que me muera”.

Los hinchas dieron rienda suelta a la felicidad que les embargaba durante horas en una fiesta apoteósica por el ascenso del “mallorqueta” a Primera, seis años después.



Fiesta desatada en Mallorca por el ascenso






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