FINAL (In) FELIZ…de los últimos gobernadores de Querétaro

FINAL (In) FELIZ…de los últimos gobernadores de Querétaro

Por Luis Gabriel Osejo

Querétaro, Qro.- 16 agosto de 2020.- Los finales de sexenio casi nunca son ‘felices’. No lo fueron los de los últimos cuatro gobernadores de Querétaro.

Enrique Burgos García enfrentó una grave crisis cuando los maestros y los comerciantes ambulantes decidieron cerrar el Palacio de la Corregidora y las principales calles de la ciudad. La crisis devino en la entrega del Poder por primera vez al Partido Acción Nacional. O al menos esa fue una de las justificantes del atónito PRI de esos años.

Tampoco para Ignacio Loyola al que su partido puso de cabeza para obligarlo a ceder a la tentación de dejar a su delfín, Eduardo Magaña, en su lugar. Por todos lados le brincaron al gobernador los taxistas, los ambulantes, los alcaldes, los comerciantes, los camioneros.

No, para nada fueron finales felices.

Tampoco lo fue para el poderosísimo Paco Garrido al que los concesionarios y los choferes le paralizaron por varios días la ciudad al sacar su camiones de transporte público. Garrido tuvo que ceder y en primer lugar entregó un ‘bono’ (subsidio) a los que le pusieron patas pa’ bajo la ciudad y luego les autorizó un aumento en la tarifa que entonces era de 5 pesos.

De la misma ‘pata’ que Garrido cojeó Pepe Calzada. Al que los mismos camioneros le pusieron hasta letrinas en plaza de armas y todos los días, hasta que se fue a SAGARPA, le tocaron las golondrinas bajo su balcón. En el Palacio de la Corregidora.

Pero el final de sexenio de Pancho Domínguez esta haciendo aparecer al de sus antecesores un final de cuento de hadas.

A menos que el Universo, la vida o Dios cambien las cosas, su final será (está siendo) catastrófico. Y eso que le faltan 14 meses. El final comenzó hace varios meses cuando Pancho soltó el timón del gobierno para buscar –fiel a sus costumbre- dejar esta nave para saltar a otra.

No sé si todo comenzó con las detenciones del dueño y del abogado de la Caja Libertad que, se reveló, había sufragado buena parte de su campaña (no lo sabemos porque al parecer hay muchas ‘buenas partes’) con recursos provenientes del lavado de dinero para políticos del pasado gobierno federal. El escándalo por cierto también alcanza al delfín de Domínguez: Mauricio Kuri González que de forma honoraria o no, integró el consejo directivo de esa financiera.

El segundo ‘iceberg’ con el que chocó el gobernador fue por el tema del diputado federal Marcos Aguilar Vega al que le metieron dos de sus hombres más cercanos a la cárcel por ‘actos de corrupción’. Fue como un ‘te lo digo Juan para que lo escuches Pedro’. El encontronazo por supuesto que generó una ruptura donde más le duele al PAN, y a cualquier otro partido: en la unidad que debe haber previa a las elecciones.

Los temas de Emilio Lozoya que pronto saldrán a la luz (en los que aseguran los columnistas nacionales que estuvo envuelto el gobernador) y el del señor Kors que resultó ser el secretario de gobernación del gobierno federal que le entregó (Pancho lo dijo con todas sus letras en una grabación que volvió a ser vigente) seis millones durante cinco meses para su campaña. Y al parecer estos días volverá a salir el tema de uno de sus amigos (‘no lo voy a negar’ dijo Pancho cuando alguien le preguntó) y que sería la estocada final para su gobierno, sus aspiraciones futuras y las de Mauricio al que ya apondan ‘Kuri González Valle’ en alusión a Manuel, delfín de Garrido, que perdió la elección frente a Pepe Calzada.

El final del sexenio de Pancho será épico. El ganón: Morena que ponga a quien ponga como candidato al gobierno, arrasará en las próximas elecciones. C’est fini. Thats it. Se acabó.


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