El pabellón de la Fuente de San Luis, que será sede de la fase final de la Liga ACB que se disputará en València, y L’Alqueria del Basket, la instalación de cantera del Valencia Basket en la que se entrenarán los doce participantes estas tres semanas, entre ellos el Iberostar Tenerife y el Herbalife Gran Canaria, han superado las pruebas a las que han sido sometidas y que han confirmado que están limpias de coronavirus.
Según pudo saber Efe, antes de que los jugadores y el resto de participantes en este torneo accediesen a la instalación se han tomado más de cuarenta muestras en ambos recintos para confirmar que estaban ‘limpios’ de coronavirus y que no supone ningún tipo de riesgo.
Entre las zonas elegidas para tomar estas muestras están las más sensibles, como las pistas o los vestuarios de ambas instalaciones.
La Liga ACB y el Valencia Basket han diseñado un circuito ‘libre’ de COVID 19 en el que sólo podrán entrar las cerca de trescientas personas incluidas en el llamado ‘protocolo verde’ que trata de eliminar cualquier riesgo de contagio durante los días que durará esta fase final.
Aunque los miembros de las diferentes expediciones ya se habían sometido a pruebas antes de viajar a Valencia a su llegada se sometieron a nuevos test para confirmar que no están contagiados, y sólo cuando llegue ese ‘doble negativo’ podrán tener contacto los jugadores de distintos equipos entre ellos.
L’Alqueria del Basket, la macroinstalación de cantera del Valencia
Basket anexa al pabellón de la Fuente de San Luis, acogió este viernes por la tarde y bajo un estricto protocolo sanitario los primeros entrenamientos de los doce equipos que disputarán la fase final de la Liga Endesa a partir del 17 de junio. El Morabanc Andorra, el Iberostar Tenerife y el Joventut fueron los primeros en probar tres de las nueve pistas cubiertas que tiene el recinto, aunque una de ellas ha sido reconvertida en una sala de recuperación. El único equipo que no tenía previsto ejercitarse en esta primera jornada de trabajo en L’Alqueria es el Bilbao Basket.
Todos los jugadores se someten a un control de temperatura cuando acceden a L’Alqueria, pero, a diferencia de lo que ocurría con el Valencia Basket las últimas semanas, es una máquina la que lo hace sin necesidad de que ningún operario se tenga que acercar a ellos. Los jugadores llegan ya cambiados a la instalación y cuando acaban los entrenamientos volverán a sus respectivos hoteles a ducharse, otra de las medidas establecidas para reducir al mínimo el riesgo de contagio de COVID-19.
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