Fournier: "¿Embiid con Francia? Veremos... No creo que juegue con Estados Unidos"

Fournier: "¿Embiid con Francia? Veremos… No creo que juegue con Estados Unidos"

A sus 30 años, Evan Fournier vive su plenitud personal y profesional, padre de nuevo y en la edad de oro para cualquier atleta en esta nueva era en la que, cada vez más, en los 30 se es más feliz en el deporte profesional que en los 20. Puede presumir de una bien construida reputación en la NBA el francés, no sólo tiempo sino también prestigio, relevante en los más de 10 años que lleva en la mejor liga del mundo, 8 y medio de ellos en Orlando Magic, medio en los Boston Celtics y, ahora en su segundo curso en los New York Knicks.



“Tengo 30 años y sí, debería ser mi prime…”, reconoce ante un corrillo de periodistas. Pero, en esta plenitud, siente Fournier ese vacío de no jugar como para llenarse, para saciar su afán competitivo como nunca lo había sufrido, siempre titular, siempre más de 30 minutos en la pista. Sólo presencia en 20 de los 49 partidos de los Knicks disputados esta temporada, baja anoche ante los Cavaliers al repetir paternidad pero ‘arrinconado’ en el banquillo el resto por decisión técnica de Tom Thibodeau.

Y sólo 18,5 minutos media, con 6,8 puntos, 2 rebotes y 1,5 asistencias. No había jugado menos ni salía desde el banquillo desde su segunda temporada en la NBA -13-14-, y no firmaba unos números tan bajos desde su año de ‘rookie’. Les pasa a muchos veteranos, que en su declive se resignan a volver cifras de sus inicios pero para ya nunca más progresar, como el ciclo de la vida. Pero es que Fournier sólo tiene 30 años.

“Con 30 años estoy en mi ‘prime’ y quiero jugar”

“¿Mi futuro? Es una pregunta difícil…”, responde en este caso el escolta a MD, con quien conversó en las dos visitas de los Knicks a Toronto en los últimos días. Pero el francés habla abiertamente, sin paños calientes.

“No hay una respuesta. Fuera están ocurriendo muchas cosas. Lo que tienes que hacer es jugar duro, intentar jugar bien y eso es todo. Honestamente, no pienso en el futuro”, contesta Fournier, involucrado su nombre en la vorágine de rumores de traspasos en este mercado invernal dada su situación aunque el francés, en su auge como jugador y con contrato garantizado hasta 2024, no ve nada más que seguir en la NBA.



Luego, preguntado por dos medios de Nueva York, ‘The New York Post’ y el ‘Newsday’, el exterior trata de precisar: “Yo me quedaría aquí y jugaría aquí, me encanta Nueva York, tenía muchos equipos en los que elegí ser ‘Knick’. Tengo 30 años, debería ser mi prime. Obviamente, quieres jugar, especialmente como competidor. El año pasado tenía un rol diferente, pero voy a encontrar la manera de adaptarme a esta situación. En la NBA hay muchos equipos involucrados como dije. No puedo centrarme en lo que no pueda controlar y, cuando no juegues, a seguir trabajando, eso es todo”, asegura Fournier.

El rol del escolta, titular el año pasado en el equipo de ‘Thibs’ con con 14 puntos de media en casi 30 minutos, se ha visto minimizado tras el desembarco este verano de Jalen Brunson a la Gran Manzana y, no menos importante en su caso, el crecimiento de Quentin Grimes en ambos lados de la cancha. Sin embargo, en el poblado ‘’backcourt’ del Madison Square Garden, parece más factible la salida antes del ‘deadline’ -9 de febrero-, de Immanuel Quickley o Derrick Rose.

“Tenía muchos equipos en los que elegir y escogí ser ‘Knick’”

Preguntado por si supone más presión tener que demostrar con tan pocos minutos en pista, no lo piensa así Fournier. “No es presión, intento ayudar. Cuando no tienes ritmo es peor, pero puedes impactar en el juego de alguna manera”, asegura el galo, pese a que desmienten en cierta manera sus números de tiro sus palabras, pues su 34,8% en tiros de campo y su 31% en triples, son, con diferencia, los peores registros en cuanto a lanzamientos de su carrera, en la que jamás había bajado del 41% en tiros y nunca del 34% desde el perímetro.

Todo ello, habiendo bajado su volumen de lanzamientos en ambos casos a la mitad o cerca de ella. En su mejor temporada en términos anotadores y de tiros de campo -teniendo en cuenta la relación intentos-acierto-, llegó a firmar 19,7 puntos y un 46% en 30 minutos en el ejercicio 18-19 con los Magic. Y en su corta estancia en Boston en la 20-21 -16 encuentros-, disparaba un 46% desde la larga distancia con 6 triples intentados por encuentro.

¿Una Francia con Wembanyama, Embiid y Gobert?

Fournier es uno de los ilustres de la Francia de la última década, tan potente como ‘acomplejada’ por el éxito de la fórmula de la selección española y su permanencia en el tiempo a pesar de la pérdida de grandes nombres con la final del último Eurobasket perdida como último precedente. Pese a tener un mejor equipo en teoría con él y Rudy Gobert como grandes estrellas NBA. Al final, acabó triunfando la teoría de Sergio Scariolo, la de sus libros, sus ‘tomos’ de soluciones y jugadas de pizarra. Del combinado galo y de su complicada relación con España habló también el escolta con MD.

Gobert, Wembanyama y Embiid, un trío de miedo

Getty Images

“España ganó porque ellos jugaron mejor. España tiene una manera de jugar, no tiene a los mejores jugadores pero son el mejor equipo y lo demostraron, con un ‘coach’ increíble como Sergio Scariolo. No creo que perdiéramos por un factor mental. Queremos ganar, pero hay que seguir”, reconoció ‘Don’t Google’ (‘No busques en Google’), el apodo con el que se conoce al escolta. La explicación, pidió que, cuando se buscara su nombre en Google, no se escribiera únicamente ‘Fournier’, pues se trata de una gangrena que puede aparecer en los genitales masculinos.

Francia, sólo un oro en esta última década -el del Eurobasket de 2013-, tiene ganas de ganar. Estará más cerca de ello con Victor Wembanyama. Y más cerca aún si Joel Embiid -camerunés pero con pasaporte francés y estadounidense-, elige finalmente jugar con la selección gala. Juntar a Rudy Gobert, el futuro número 1 del draft y el pívot de los Sixers es el ‘sueño húmedo’ del país, el siguiente objetivo el Mundial de este año, aunque se van los ojos a los Juegos Olímpicos de París de 2024.



“El objetivo es ganar siempre y vamos a llevarlo (ese objetivo) también a casa. Wembanyama va a ser gran parte del equipo, el año pasado se lesionó y no pudo jugar, pero va a ser gran parte del equipo”, subraya Fournier.

“¿Joel Embiid con nosotros? (Risas) Veremos… Él obtuvo la ciudadanía estadounidense pero no creo que juegue para Estados Unidos. Si elige Francia, será bienvenido, le recibiremos con los brazos abiertos, seremos muy competitivos con otro chico grande viniendo. Tenemos algo especial que se está construyendo”, deja caer el escolta, al parecer con una ‘confidencial’ información ‘privilegiada’ sobre las preferencias de Embiid, al que abraza pese a que en 2018 se mostraba contrario a ello. “Para mí, jugar en un país con el que no tienes vínculos es inquietante. La selección no es sólo un reto deportivo”, publicó en un tweet.

Fournier se impacienta pero no desespera, dispuesto a esperar en estos renacidos Knicks. Y si viene algún momento de bajón, se le pasa rápido pensando en Francia, contemplando el mundo desde arriba, imaginándose cómo lo puede dominar desde las ‘alturas’ de Wembanyama, Gobert y…puede que Embiid.




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