Francia vive su última Revolución

Francia vive su última Revolución

Las futbolistas de todo el mundo se están uniendo en una nueva causa para reclamar mejores condiciones y máxima exigencia en sus selecciones. En una especie de grito común o clamor conjunto, países como España -con el denominado ‘caso Vilda’ y las 15 que han solicitado no ser convocadas-, Canadá -con su plante para denunciar el trato desigual respecto a los hombres-, Japón – con la renuncia de su estrella Nagasato– y Chile -con sus severas críticas por haber quedado eliminadas para el próximo Mundial-, viven inmersas en un mar de conflictos.

El caso de Francia está siendo el más sonado. Sobre todo, porque las comparaciones son odiosas. La Federación de Francia anunciaba ayer que destituía a su seleccionadora, Corinne Diacre, un día después de que ella misma asegurara que no pensaba dimitir debido a las crecientes críticas y desavenencias con sus futbolistas.

La FFF decidió ayer tomar esta drástica decisión a cinco meses del inicio del Mundial de Australia y Nueva Zelanda, del 20 de julio al 20 de agosto. Es un auténtico golpe sobre la mesa para una de las selecciones que partirá como firme candidata al título.

Diacre tenía contrato hasta 2024, pero deberá dejar su puesto y una comisión será encargada de encontrarle reemplazo con la vista puesta en la cita mundialista

La seleccionadora, que dirigía a Francia desde 2017, estaba contra las cuerdas desde que la capitana, Wendie Renard, se retirara de la selección en desacuerdo con sus métodos de trabajo y la falta de nivel competitivo, un camino que siguieron otras dos importantes jugadoras como Marie-Antoinette Katoto y Kadidiatou Diani.

Diacre aseguró estar siendo víctima “de una campaña de desprestigio con el único objetivo de un ajuste de cuentas personales”. No obstante, las jugadoras le han ganado la batalla a la entrenadora. “Ya no puedo soportar el sistema actual, que está lejos de los requisitos del más alto nivel. Es un día triste pero necesario para preservar mi salud mental. Con gran pesar vengo a informarles de mi decisión de retirarme de la selección francesa. Desafortunadamente, no jugaré esta Copa del Mundo en tales condiciones”, exponía Renard en un comunicado.

La Federación de Francia se puso de inmediato manos a la obra. Tras una rigurosa investigación, se decidía ayer su despido fulminante. Sin tiempo que perder. No hay lugar para los conflictos en una selección que aspira a todo y que ha detectado “una fractura muy importante de la seleccionadora con jugadoras clave. Esa fractura ha llegado a un punto sin retorno que perjudica a los intereses de la selección”, explicaba en su comunicado el presidente de la FFF, Philippe Diallo. Las aguas se han apaciguado en Francia, pero siguen turbias en otros países




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