“Fuimos a Liverpool porque teníamos que jugar; como no lo prohibieron…”


El masivo desplazamiento de la afición del
Atlético de Madrid
a Liverpool para presenciar en Anfield la vuelta de los octavos de final de la Liga de Campeones sigue coleando. Sobre todo en la ciudad de Los Beatles, donde ahora están indignados por la presencia de 3.000 hinchas colchoneros por sus calles, a pesar de la situación que se vivía en España.



Hay que recordar que no existía entonces ninguna prohibición para viajar a Inglaterra y desde el Gobierno sólo se recomendó a los aficionados que no viajaran, pero lo hicieron el martes por la noche, cuando muchos de estos hinchas ya estaban en Liverpool, una ciudad en la que no hubo temor alguno por el coronavirus en esos días, en los que incluso se bromeaba sobre ello en las calles y en los pubs.

El caso es que ahora Liverpool clama. Hay una clara indignación en la prensa y en algunos ciudadanos ahora que los casos se han disparado en el país británico. No se tiene en cuenta que hace casi 15 días de aquello. Incluso el alcalde, Joe Anderson, en Liverpool Echo, admitía el error: “El club español viajó a Anfield para un encuentro de la Liga de Campeones el 11 de marzo, y miles de sus seguidores se unieron a ellos en el viaje a Liverpool. En ese momento, Madrid ya estaba experimentando un brote agudo de coronavirus y el Atlético de Madrid había recibido la orden de jugar partidos en su propio terreno a puerta cerrada. Muchos cuestionaron la decisión en ese momento, pero la UEFA y el gobierno del Reino Unido no impusieron ninguna restricción para que el partido se desarrollase normalmente”, indicó.

Las palabras de Cerezo

Pues bien, este jueves, Enrique Cerezo, presidente del Atlético de Madrid, ha sido preguntado por este asunto en Radio Marca. Y el dirigente colchonero ha sido claro, aunque no ha querido entrar en polémicas. “Nosotros fuimos a Liverpool porque teníamos que jugar allí, y como no lo prohibieron, teníamos que jugar allí. Si nos dicen que no teníamos que ir no hubiéramos ido”, sentenció Cerezo.


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