Garitano, pan y vino

Aparco mi repaso semanal a la plantilla del Athletic que suele publicar en este espacio para referirme al que fue el 49º entrenador en la historia del club rojiblanco. Lo iba a dejar para el final de temporada porque, lo que son las cosas, pensaba escuchando al presidente, Aitor Elizegi, que Gaizka Garitano iba a terminar su contrato con el club bilbaíno.

Incluso ya despedido, durante la presentación de Marcelino, el presidente casi le pidió perdón al deriotarra por cesarle. El técnico asturiano debutó ya ayer en San Mamés como nuevo míster del Athletic. Cuando escribo estas líneas, aviso, desconozco lo que ha ocurrido en el enfrentamiento de los leones contra el Barcelona. Espero que haya sido un buen estreno para todos.

¿Vería Garitano el encuentro de ayer noche? ¿Verá el del sábado en el Wanda Metropolitano? Entiendo que sí. Dijo en su despedida, vía comunicado, un clásico, que seguiría siendo un aficionado más del Athletic.

Aunque no todos los aficionados del Athletic ven los partidos del Athletic. De hecho, ha habido seguidores confesos del conjunto rojiblanco que estaban deseando ver perder a su equipo para que así echaran del cargo a Garitano.

Lo que son las cosas, el despido del técnico deriotarra llegó cuando el Athletic ganó al Elche. ¿Qué dirán ahora? En fin. ¿Y en qué somos diferentes a otros clubes?

-Salida triste-

Garitano ha salido de una manera triste del Athletic. Por desgracia no es el primero que lo hace. Tampoco será el último. De los que yo recuerdo, y tampoco quiero aburrir con historias de abuelo cebolleta: Clemente, Irureta, Ziganda o incluso Valverde. Los cinco de la casa. ¿Casualidad? No lo creo.

No sé si Garitano merecía seguir en el banquillo rojiblanco. Es posible que no. Que había hecho méritos para que dejara paso.

Lo creo desde casi la primera temporada que lo cogió. Era el mejor entrenador que el equipo podía tener en aquella temporada complicada y no solo logró el objetivo de la salvación, sino que casi le metió en puestos europeos. A partir de ahí siempre me generó dudas. Pero vamos, no engañó a nadie con su discurso, con su manera de entender el fútbol, con su forma de que el equipo funcionara. Directo y claro. Que gustara más o menos es otro debate.

Y es que lo que tengo muy claro es que Garitano no merecía la despedida que ha tenido. O de la manera que la actual junta directiva del Athletic ha gestionado su despido. Mal, muy mal. Por las formas y por las explicaciones dadas.

Espero que al ex técnico le dieran más explicaciones que las que dio el martes presidente del club preguntado al respecto. Me duelen respuestas de ese tipo en torno a una decisión tan importante. Claro que tocaba hablar de Marcelino, pero también tocaba cerrar de mejor manera la etapa de Garitano. No era cosa del otro jueves.


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