Gemma Gili, la arquitecta del Estadi Johan Cruyff


El domingo pasado fue el día que Gemma Gili llevaba soñando desde hacía tiempo. El Levante, club por el que fichó este verano, se enfrentaba al Barça, donde la centrocampista militó durante siete temporadas, en la octava jornada de la Primera Iberdrola. El regreso al que fue su hogar durante tanto tiempo no sólo resultó emotivo por el reencuentro con sus excompañeras o por el homenaje que le dedicó el club con la entrega de una placa conmemorativa por parte de la directiva Maria Teixidor. Gemma volvía a la ‘casa’ que ella misma ayudó a diseñar mientras realizaba sus prácticas como arquitecta.



Y es que la futbolista de 25 años nacida en Castellón forma parte del elenco de jugadoras que ha compaginado el fútbol de elite con una carrera universitaria. En su caso, ha tenido que hacer ‘malabarismos’ para jugar en un equipo de la máxima exigencia como el Barça, que compite en Liga, Copa y Champions, con unos estudios que requieren de enorme dedicación.

Así, estudiaba durante los desplazamientos del equipo, en el autocar o en los hoteles de concentración, durmiendo a veces muy pocas horas para poder llegar puntual a los entrenamientos y no perderse las clases.

Máxima exigencia

Recuerda como anécdota que el día antes de la final de la Champions, en Budapest ante el Lyon, tuvo que entregar un trabajo imprescindible para acabar la carrera. Por fin, esta temporada está ultimando ya el Master de final de carrera para obtener el título oficial.

“El Barça es un club que te exige siempre el máximo y Arquitectura también, así que me he encontrado con muchas trabas en el camino…”, relata.

En su último año en la Universdad, antes de fichar por el Levante, se le presentó la posibilidad de realizar las prácticas en el proyecto del ‘Espai Barça’, una oferta irrechazable. “Me iba muy bien para poder compaginarlo todo por mi falta de tiempo y además me hacía una enorme ilusión”, explica.

A los tres meses de prácticas, el club le propuso la idea de diseñar los banquillos del ‘Johan’. “Acepté encantada. Ha sido complicado porque tenía que seguir unas directrices muy concretas pero estoy feliz porque han quedado muy bien”.

Y concluye que “volver a jugar en Barcelona ha sido muy emotivo. Aquí me siento en casa, siempre me han tratado muy bien”


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